Un cabo acudió al equipo de fiscales para acusar a su jefe. Jefatura de Policía abrió un sumario y cambió de funciones a ambos.
Un comisario fue denunciado por un cabo por acoso sexual.
La fiscal Jésica Lucas, integrante de la Unidad de Abuso Sexual y Violencia Institucional recibió a denuncia el viernes anterior. En la presentación se señala que cabo y comisario compartían una dependencia de la fuerza ubicada en la zona céntrica.
Los hechos habrían comenzado con la aparición de bromas subidas de tono que el cabo aceptaba a regañadientes, ya que provenían del superior. Sin embargo, en una oportunidad el comisario le habría pedido que lo dejara practicarle sexo oral.
El subalterno huyó rápidamente sin que se hubiese concretado el pedido del acusado. Con el tiempo, el denunciante habría intentado tomar distancia. Pero fue en vano.
Las insinuaciones y los pedidos para que accediera al sexo oral se habrían repetido en varias oportunidades.
El abogado de la víctima habría destinado varios párrafos de esta situación en la denuncia penal.
En el escrito, el letrado habría requerido a la fiscal que arbitre los medios para que su cliente salga de la órbita del comisario.
El objetivo es un resorte legal y evitar cualquier cimbronazo con su labor profesional en la fuerza.
Aunque el caso se investiga con toda prudencia, se supo ayer que la fiscal habría dispuesto una batería de medidas: testimoniales de compañeros, informes a Jefatura y pericias psicológicas. Mientras tanto, la funcionaria habría ordenado restricciones a uno y otro, por lo cual Jefatura analizaría nuevos destinos para el acusado y el denunciante.