La titiritera Teresa Grossi tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por segunda vez.
Teresa Grossi, reconocida titiritera cordobesa de 66 años, sufrió un fuerte golpe en la cabeza al caer al piso luego de que le arrebataran la cartera, cuando caminaba junto a una amiga por la calle en San Andrés, Colombia, el domingo pasado.
El diario colombiano El Tiempo, a partir del relato de Jorge Urquijo, comandante de la Policía de San Andrés, expresó que se está investigando para dar con los responsables a partir del relevo de las cámaras de seguridad de la zona.
Su estado de salud muy grave indicaron desde el país cafetero.
El neurocirujano César Sierra, profesional a cargo del caso de la turista argentina Teresa Grossi, informó este jueves que la paciente tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por segunda vez en el Hospital Departamental de San Andrés, debido a un aumento en el sangrado en la parte posterior de su cerebro. Sierra también informó que el pronóstico de la extranjera sigue siendo reservado.
“Después de una intervención quirúrgica, las primeras 72 horas son cruciales; así mismo son fluctuantes y pueden aparecer algunas complicaciones como edema cerebral, sangrado o por el contrario, tender a la mejoría del paciente", dijo el neurocirujano.
La nueva orden de cirugía se emitió en la mañana de este jueves después de que en unos exámenes se detectara que había un aumento del sangrado en la parte posterior del cráneo de Grossi. Según comunicó el hospital, la intervención fue completamente satisfactoria.
"La paciente fue dejada nuevamente en coma inducido por las próximas 48 horas y esperamos que la evolución sea plena, esta vez para suspenderle indefinidamente los medicamentos que la tienen en ese estado. Por ahora el pronóstico sigue siendo reservado y tiene orden de escanografía para este domingo 21 de julio”, explicó César Sierra.
Por último, Sierra aprovechó la atención que ha despertado este caso, tanto en medios de comunicación nacionales como locales, para que cualquier familiar de Teresa se ponga en contacto con el hospital ya que, su compañera de viaje y amiga –también ciudadana argentina–, Susana Erdfehler, es quien ha estado al frente de la situación.
“Como institución médica quisiéramos tener contacto directo con un familiar, así sea vía telefónica, para mantenerlos al tanto con información fidedigna y transparente, como es común en estos casos”, concluyó el neurocirujano.