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Abril de 2024
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Policiales

Condenan a pareja que utilizaba a sus hijas como delivery de droga

El padre recibió 7 años de prisión efectiva. A la madre y un hijo de 18 años les dieron 3 años en suspenso. Las menores, de 13 y 14 años, quedaron a cargo de otros familiares.

09/10/2019

Una familia dedicada a la comercialización de drogas en el barrio Tradición fue condenada a poco más de un año de que la Dirección de Drogas Peligrosas ejecutara un allanamiento en el domicilio de los acusados.

La audiencia se celebró ayer en el Palacio de Tribunales en la que se homologó el acuerdo de juicio abreviado para el principal acusado, Ramón Peralta, su pareja Claudia Ruiz y el hijo de ambos, Federico Peralta.

Durante la audiencia, la fiscal coordinadora de la Unidad de Lucha contra el Narcomenudeo, Dra. Aída Farrán Serlé, junto con la Dra. Luciana Jacobo, miembro de su equipo fiscal, relataron a la jueza de Control y Garantías los hechos que le endilgaban a los tres acusados y el acuerdo alcanzado con la defensa.

Del relato de la representante del Ministerio Público Fiscal se pudo conocer en detalle cómo operaba la organización familiar, dedicada a la venta de drogas.

En septiembre de 2018 entró en vigencia la desfederalización del narcomenudeo y según precisó la fiscal, casi desde ese momento se registraron diversas denuncias anónimas en contra de la familia Peralta por venta de estupefacientes en el barrio Tradición.

Efectivos de la Dirección Drogas Peligrosas iniciaron las averiguaciones correspondientes y tareas de vigilancia, constando la existencia de un movimiento inusual en la vivienda, la llegada de motocicletas y automóviles, intercambio de elementos extraños con miembros de la familia, incluso con menores de edad, hijas de la pareja condenada ayer.

Mientras transcurría la investigación, en un operativo de prevención en cercanías del domicilio de los acusados, sorprendieron a las adolescentes de -en ese momento- 13 y 14 años, con bagullos de estupefacientes en su poder.

Con todos esos elementos, la Dra. Farrán Serlé solicitó una orden de allanamiento y detención en contra de Ramón Peralta, su concubina y su hijo de 18 años.

La Policía aguardó en el exterior la llegada de un cliente. Cuatro hombres compraron sustancias y cuando se retiraban, los interceptaron a las pocas cuadras y allí éstos admitieron que habían “comprado” droga en la casa de los Peralta.

Posteriormente, los funcionarios policiales irrumpieron en el domicilio de los sospechosos. Ramón Peralta intentó desprenderse de bagullos en el patio, arrojando envoltorios a la casa de vecinos.

Como resultado del procedimiento, se procedió al secuestro de 99 bagullos, arrojando un peso de poco más de 250 gramos de marihuana, más de $10.000 en efectivo, una balanza de precisión, recortes de nailon, una licuadora, además de cinco celulares.

En ese momento, fueron apresados Ramón y Federico Peralta, ya que Ruiz no se encontraba en la vivienda. Los menores de edad quedaron a cargo de familiares.

Días más tarde, cuando ya pesaba una orden de captura nacional e internacional en contra de la mujer, ésta se presentó ante la Justicia para ponerse a derecho.

Los tres permanecían tras las rejas y la fiscal del caso reunió todas las evidencias que permitieron establecer que los tres se dedicaban a la comercialización de sustancias en su domicilio.

Para la Fiscalía, Ramón Peralta era el líder. Era el que manejaba el dinero y la sustancia, valiéndose de la colaboración de su concubina y sus hijos para ejecutar las entregas.

Por la utilización de las adolescentes, los cargos en su contra fueron severos. “Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por la utilización de menores”, fue la figura por la que terminó siendo juzgado y condenado, aceptando una pena de 7 años de prisión de cumplimiento efectivo.

En tanto, para Federico Peralta y Claudia Ruiz, los cargos fueron idénticos, pero en grado de “partícipe secundario”, es decir que tuvieron una colaboración indirecta. La pena para ambos fue de 3 años de prisión en suspenso, sujeta a estrictas medidas de comportamiento, por lo que finalizado el juicio abreviado, recuperaron la libertad tras un año detenidos.

Los Peralta no son desconocidos en el submundo de la droga en Santiago del Estero.

Ramón Peralta tiene otro hijo, apodado “Chubaby”, el cual se encuentra cumpliendo una condena dictada por el Tribunal Oral Federal, en una causa por comercialización de estupefacientes, anterior a la desfederalización.

Justamente, el propio Ramón Peralta también se encontraba cumpliendo una condena de 3 años de prisión de cumplimiento en suspenso, y una de las medidas para mantener ese beneficio era no volver a delinquir.

Con la nueva causa impulsada por el Ministerio Público Fiscal de la provincia, la Dra. Aída Farrán Serlé, solicitó la unificación de las penas; es decir, acumular los 3 años de prisión en suspenso de la Justicia Federal y los 4 años de pena que le correspondería por el último hecho, completando así una pena de 7 años de cumplimiento efectivo.

El mismo criterio compartió la jueza de Control y Garantías, Dra. Sara Harón, que homologó el acuerdo y condenó a Ramón Peralta a la pena pactada.