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Sube la presión sobre Evo Morales para que acepte el ballottage

Organizaciones civiles convocaron a una huelga general por tiempo indefinido a partir de hoy; presionado desde varios frentes, el gobierno boliviano le solicitó a la OEA una auditoría de las actas de las elecciones del domingo.

23/10/2019

Si el gobierno de Evo Morales quería probar qué sucedería si se atribuyera un triunfo en primera vuelta en las elecciones del domingo, ayer tuvo su respuesta en el masivo rechazo opositor a la posibilidad de que no haya un ballottage.

Fue convocada una huelga general a partir de hoy y se acentuó la presión internacional de la Unión Europea y la OEA, que convocó a una sesión urgente del Consejo Permanente en Washington, para "considerar la situación en Bolivia". Incluso, la Conferencia Episcopal boliviana, tradicionalmente enfrentada con el presidente Evo Morales, pidió "que se respete la voluntad del pueblo".

Además, los obispos bolivianos urgieron al Tribunal Electoral a "cumplir con su deber de árbitro imparcial". La respuesta oficial ante esta movilización global fue nuevamente otra jornada de completo mutismo del Tribunal Electoral, que dejó de cargar los cómputos.

El candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, se reunió ayer en un hotel de esta capital con embajadores de la Unión Europea (Alemania, Gran Bretaña, Francia, Dinamarca, Italia y España) y los observadores internacionales. "Les compartí mis argumentos sobre el fraude del Tribunal Supremo Electoral", dijo Mesa.

"El pueblo no va a aguantar otro 21F", advirtió, en relación con el referéndum del 21 de febrero de 2016, en el que triunfó el no a la reelección y que luego Evo logró sortear mediante una argucia legal con el Tribunal Constitucional.

De la misma forma se pronunciaron los candidatos que se ubicaron en tercero y cuarto lugar: el pastor evangélico derechista Chi Hyun Chung, que obtuvo alrededor del 8% de los votos, y el senador Óscar Ortiz, que sacó el 4%. Los dos coincidieron en apoyar a Mesa "sin reservas ni condiciones".

El jefe de observadores de la OEA, Manuel González, declaró que se está frente a "un cambio inexplicable de tendencia que modifica drásticamente el destino de la elección y genera pérdida de confianza en el proceso electoral". Estados Unidos denunció un intento de "subvertir la democracia en Bolivia" y la Unión Europea llamó a "respetar la voluntad del pueblo boliviano".

La OEA convocó a una sesión de su Consejo Permanente, que tendrá lugar hoy para abordar "la situación en Bolivia". En respuesta, el gobierno boliviano le solicitó enviar "a la brevedad posible" una misión técnica a La Paz para auditar las actas de las elecciones del domingo. Horas después, la OEA aceptó.

La sociedad boliviana está convulsionada con el escrutinio. En las plazas y en las calles se forman grupos espontáneos de 20 o 30 personas que discuten de política en voz alta. En la céntrica plaza de la basílica de San Francisco, una iglesia barroca construida en 1743, una mujer de unos 40 años arengaba ayer a la multitud. "¡Quieren cambiar nuestra bandera por la azul y negra (los colores del MAS)! ¡Y no lo vamos a permitir!", dijo.

Una coya vestida con sus coloridas polleras y cargada con sus bolsas, evidentemente una vendedora ambulante, mientras pasaba por el lugar sin detenerse le gritó a la oradora: "¡Pero si Mesa es el candidato de Estados Unidos!". Al cuadro se sumaban un grupo de turistas europeos que filmaban la discusión con sus celulares como una parte de las curiosidades de la ciudad.

El clima de conmoción que explotó con violencia la noche del lunes en todo el país, con incendios y destrozos que dejaron varios heridos, va a tomar nueva fuerza a partir de las movilizaciones y el paro general indefinido convocado para hoy.

Varias organizaciones civiles reunidas en Santa Cruz de la Sierra llamaron al paro general. "Vamos al paro hasta que ustedes digan", anunció Luis Fernando Camacho, líder del Comité Cívico Pro-Santa Cruz, ante varios militantes de la oposición en un acto en esta rica región del oriente de Bolivia.

En tanto, era un misterio la situación del escrutinio que realiza el Tribunal Electoral. Los resultados preliminares no se actualizaban desde el lunes y recién se reanudaron anoche. Con el 95% de ese escrutinio, los datos daban un triunfo en primera vuelta para Evo, con el 46,85% de los votos, frente al 36,74% de Mesa, 11 décimas por encima de los 10 puntos de diferencia necesarios para evitar un ballottage.

La presidenta del Tribunal Electoral, María Eugenia Choque, sostuvo que ya no importaban los resultados preliminares y que se estaban abocando a trabajar en los definitivos. Según esos cómputos, habría ballottage. Escrutado más del 94%, Evo tenía el 46,07%, y Mesa, 37,46%, una diferencia de 8,61 puntos.

La polémica seguía incluso puertas adentro del tribunal. El vicepresidente Antonio Costas renunció a su puesto por "desacuerdos" con la decisión de suspender la publicación del conteo rápido.

"Yo creo que el gobierno está lanzando diferentes globos de ensayo y va probando las reacciones", dijo el politólogo Jorge Dulón. "Después de difundir el lunes la posibilidad de un triunfo en primera vuelta, vieron las violentas manifestaciones y decidieron entonces decir que lo importante son los cómputos definitivos, según los cuales habría segunda vuelta", explicó.

Recordó también la forma en que enfrentó el gobierno los resultados del referéndum de 2016, por el que se le negó a Evo la reelección. "Trabajan con estrategias de largo plazo. Van esperando a que se aquiete la conflictividad y luego avanzan. En 2016 parecía que habían aceptado el resultado, pero un año después volvieron a la carga con un planteo ante el Tribunal Constitucional y finalmente lograron lo que se proponían. Creo que van a intentar hacer algo parecido para ver la forma de retener el poder", concluyó Dulón.

El voto en la Argentina puede ser decisivo

En el cuadro del escrutinio, el voto de los bolivianos en la Argentina es el que puede marcar la diferencia entre el triunfo de Evo Morales en primera vuelta o un eventual ballottage con candidato de centroizquierda Carlos Mesa.

Los 345.000 bolivianos que viven en la Argentina forman la segunda comunidad de extranjeros más importante del país y están empadronados para votar 161.057. En la Argentina, Evo obtuvo el 82,29%, y Mesa, el 8,67%.

Para que haya ballottage, la diferencia debe ser superior a diez puntos entre los dos primeros candidatos. Si solo se computa Bolivia, la diferencia es de 9,33 puntos entre ambos (46,40% para Evo y 37,07% para Mesa) y habría ballottage el 15 de diciembre.

Pero cuando se computan en forma conjunta Bolivia y el resto del mundo, la diferencia se amplía a 10,11 puntos (46,85% contra 36,74%).