Tensión por el salvaje ataque a la vivienda de un vendedor de drogas
Al menos 40 sujetos armados con pistolas, tumberas y ladrillos atacaron la casa de un vendedor de drogas en el barrio Gorrini. Una hora antes el sujeto les había negado el pago de una "comisión" por la comercialización de sustancias prohibidas. Los frentes de viviendas vecinas y los autos estacionados en la zona resultaron con graves daños.
Cerca de las 2.30 de la madrugada se vivieron momentos de pánico en el barrio Gorrini cuando unas 40 personas atacaron el frente de la casa de un supuesto "dealer" para tomar venganza por una deuda.
Según informó la policía, todo comenzó cuando un joven cuyos datos no trascendieron mantuvo una pelea con otro sin identificar hasta anoche, ya que el primero no le habría querido pagar su “comisión” por la venta de drogas.
Tras la pelea verbal y física uno de ellos se retiró del lugar jurando que regresaría para vengarse.
Horas más tarde llegó acompañado de más de 40 personas, con quienes se paró frente a la casa y comenzó a arrojar ladrillos, provocando numerosos daños en vidrios y paredes.
El brutal ataque no solo perjudicó al supuesto dealer, sino que también lo sufrieron sus vecinos de las casas colindantes. Al menos cinco domicilios resultaron destruidos.
Los revoltosos no se conformaron con ello, ya que tras las pedradas, realizaron varios disparos contra las viviendas. Temiendo por sus vidas, los vecinos pidieron ayuda a la policía.
Cuando los uniformados llegaron al lugar todos se replegaron para evitar ser capturados. El Dr. Hugo Herrera, fiscal de turno en La Banda, tomó intervención y ordenó que Criminalística realizara los trabajos de rigor.
Según se supo, en el lugar se hallaron casquillos y restos de vainas servidas. Además había cascotes y palos. También se constataron los daños de las viviendas y en los rodados que estaban estacionados en la zona.
La Fiscalía recepcionó denuncia de los vecinos, no así del supuesto dealer. Además se supo que no descartan que en los próximos días se ordenen medidas para encontrar a los revoltosos, a quienes la policía trata de indentificarlos.