El volante entrerriano salió lesionado en la semifinal de la Copa Argentina y podría perderse la definición.
Central Córdoba está atravesando un momento soñado; logró el pasaje a la final de la Copa Argentina y tiene chances claras de clasificarse a la próxima edición de la Copa Libertadores. El mundo ferroviario está revolucionado con el presente del equipo que dirige el Sapo Coleoni, pero no todas son buenas. El duelo ante Lanús dejó hombres golpeados, tanto que los tres cambios que utilizó el DT en el juego fueron por lesiones.
El más complicado de todos es Lisandro Alzugaray; el volante se retiró a los 42 minutos del primer tiempo con evidentes signos de dolor. Tras los estudios realizados desde el club comunicaron que padece un desgarro de un centímetro en el isquiotibial de la pierna izquierda. Para la final con River quedan menos de tres semanas, por lo que esperan que el volante, de buen momento en el equipo, pueda estar en condiciones óptimas.
Las buenas noticias pasan por los otros jugadores que salieron lesionados, como Ismael Quílez a quien solo padece una contractura en el gemelo de la pierna izquierda; se descartó alguna ruptura fibrilar. En tanto que sobre Facundo Melivilo no hubo un parte médico, pero se especula que fue leve.
El plantel de Central Córdoba entrenó este viernes por la tarde con movimientos regenerativos y fue licenciado hasta el próximo lunes, en donde volverán a las prácticas de cara a lo que resta de este 2019 soñado para el club.
Antes de fin de año Central Córdoba deberá afrontar cuatro encuentros. El primero será este sábado 23 de noviembre a las 19.40 al visitar a Huracán por la Superliga; luego, el domingo 1 de diciembre a las 21.45 recibirá a Rosario Central (podría ser adelantado un día); entre el 4 y 5 de diciembre jugará la final de la Copa Argentina ante River; mientras que cerrará el año en La Plata, el 8 de diciembre a las 17.35 ante el Gimnasia de Diego Maradona.