El lunes pasado Google despidió a cuatro empleados que habían participado de actividades sindicales en la empresa, de acuerdo a un informe que pudo ser revisado por el New York Times.
El informe, enviado por el equipo de Investigación y Seguridad de Google, decía al resto de sus empleados que la empresa había despedido a cuatro empleados “por claras y repetidas violaciones a nuestras políticas de seguridad de información”. Jenn Kaiser, vocera de Google, confirmó los despidos pero no aceptó hacer comentarios al respecto.
Se espera que los despidos exacerben las ásperas relaciones entre la administración de Google y los trabajadores que cuestionan el abordaje del problema del acoso sexual y los contratos temporarios, y que critican la relación de Google con el Departamento de Defensa, con agencias de fronteras federales y con el gobierno de China.
Las tensiones han ido en aumento desde que Google dio marcha atrás en lo que había sido durante mucho tiempo una cultura de trabajo fresca que promovía que sus trabajadores pudieran expresarse libremente. Hace poco Google canceló una serie de reuniones regulares en todos los niveles de la empresa, que permitían a los trabajadores plantear preguntas a directores ejecutivos, y empezó a trabajar con una empresa consultora que ha ayudado a otras empresas a sofocar los intentos de sindicalización.
Los cambios constituyen un giro notable en una compañía que ha sido considerada hasta ahora como modelo del moderno espacio de trabajo. Google introdujo muchos de los beneficios de oficina que ahora son comunes en todo Silicon Valley, y su promoción de relaciones transparentes entre trabajadores y administración ha influenciado a una generación entera de empresas startup.
Este mes Google licenció a dos empleados, Laurence Berland y Rebecca Rivers, diciendo que habían abierto documentos confidenciales que no eran relevantes para su trabajo. Son dos de los cuatro trabajadores despedidos.
Rivers confirmó su despido en Twitter el lunes. La identidad de los otros dos empleados fue conocida recién el lunes a la tarde.
Berland y Rivers no pudieron ser contactados para esta nota. El informe sobre sus despidos fue publicado primero por Bloomberg News.
El viernes, Berland y Rivers hablaron sobre sus suspensiones en una manifestación de la que participaron más de 100 trabajadores de Google, en la entrada de las oficinas de la empresa en San Francisco. Ambos dijeron que habían cuestionado el trabajo de Google en Protección de Aduana y Frontera, pero que no habían tenido acceso a documentos no autorizados.
En el informe, Google dijo que despidió a empleados que habían buscado, revisado y distribuido información “por fuera del rango propio de sus trabajos”. Uno de los trabajadores activó las notificaciones para recibir emails que detallaran el trabajo y los movimientos de otros empleados sin su conocimiento ni consentimiento, decía el informe.
“Así no funciona la cultura abierta de Google y no fue pensada para funcionar así”, decía el informe.
La semana pasada, en respuesta a una pregunta del Times, Google no pudo especificar una regla particular que prohibiera activar estas notificaciones, pero dijo que estaba investigando cómo determinar si éste y otros comportamientos violaban algún código de conducta de la empresa.
La Coalición de Trabajadores en Tecnología, un grupo de activistas, dijo por Twitter el lunes que cuatro empleados habían sido despedidos por “querer organizarse en su trabajo” y exhortó a los trabajadores de Google a “pronunciarse sobre este hecho draconiano”.
Veena Dubal, profesora asociada en la Universidad de California en la Facultad de Derecho de Hastings, dijo: “la verdad es que parece que los despidos están en relación directa con la voluntad de organizarse”.
Y añadió: “no me resulta convincente que esto se trate de cuán seguros se sentían los demás, sino más bien cuán efectivos eran ellos en el espacio de trabajo en términos de organizar a sus compañeros de trabajo”.
En agosto, casi 1500 trabajadores de Google firmaron una petición para que la empresa no estableciera un contrato con Protección de Aduana y Frontera, que según ellos implicaba una complicidad con “abusos a los derechos humanos”. En septiembre, Google contrató a un ex miembro del Departamento de Seguridad Nacional, Miles Taylor, movimiento que desencadenó reacciones entre los trabajadores que cuestionaban la política de la administración Trump de separar a las familias de inmigrantes. Google borró la controversia acerca de la contratación de Taylor en todos sus sistemas internos, según informó BuzzFeed News.
En la manifestación del viernes, Rivers dijo que miembros del equipo de seguridad de Google la interrogaron acerca de su participación en la petición. Berland dijo que él también había trabajado en la petición y que había cuestionado la decisión de la empresa de contratar a Taylor.
“Si no podemos hablar sobre estas cosas que nos preocupan en nuestro trabajo”, dijo Berland, “¿cómo podemos sostener en la práctica los valores que necesitamos y que el mundo merece? El silencio y el secreto no son la manera de resolver los problemas”.
Los empleados de Google que participaron de la manifestación dijeron que protestaban por la suspensión de Berland y Rivers y exigían que se los reincorporara al trabajo.
“Google los ha suspendido e interrogado por expresarse”, dijo Stephanie Parker, trabajadora de Google que habló en el acto. “Hoy estamos aquí para mostrarles nuestro apoyo y para exigir que Google los reincorpore al trabajo de inmediato”.
Fuente: diario Clarín.