Sin escaparle a la polémica, Sofi relató lo que sontió con lujo de detalles y dejó su postura de manera bien firme en la manera de educar a sus hijos en todo lo que tiene que ver con la privacidad y la sexualidad.
“Nunca sentí que fuera un abuso, ni en ese momento ni hoy. Tampoco que él estuviera ejerciendo poder sobre mí”, comenzó. Cuando se le consultó sobre la mayoría de los casos donde si hay abuso de poder, ella afirmó: “Los casos son muy individuales, por eso es tan difícil juzgar”.
Estas fueron las palabras que eligió como respuesta: “Dependerá mucho del nivel de desarrollo emocional y sexual que tenga ella en ese momento”,afirmó. Y completó: “Yo estaba sexualizada a esa edad. Ya había tenido relaciones con hombres y con mujeres. Tenía deseo, él me gustaba; tuvimos relaciones”.
“Voy a apoyar la sexualidad de mis hijos cuando ellos la manifiesten, que sientan libertad para sentir, experimentar y explorar”,sostuvo con un discurso muy parecido al de su mamá, la genial Moria Casan.