Riquelme no se resigna y quiere traer al peruano para reforzar al plantel que dirige Russo de cara a la Superliga y la Copa Libertadores.
En Boca, la obsesión se llama Paolo Guerrero. La nueva directiva Xeneize entiende que es el futbolista a contratar en este mercado de pases y que si hay que hacer un esfuerzo financiero, será por el peruano. Hoy las negociaciones están caídas por diferencias en la parte económica, pero en Boca ya empezaron a diagramar otra táctica.
La idea de la dirigencia es tratar de cerrar la venta de Agustín Almendra al Inter de Miami. El mediocampista de 19 años tiene una oferta cercana a los 10 millones de dólares y buscarán cerrar su salida lo antes posible para poder financiar la llegada del goleador peruano con ese dinero.
Las cuentas que sacan en Boca son el pago de la cláusula de salida que es entre 4 y 4.5 millones de dólares, sumado al contrato del futbolista, que rondaría los 2.5 millones de dólares anuales. La situación económica de Boca no es la mejor luego de un profundo análisis que hizo la nueva dirigencia y es por eso que se llegó a esta situación.
Cuando Boca venda a Almendra, la operación de Paolo Guerrero se podría reactivar al instante. Quizás por eso, Miguel Ángel Russo no le cierra la puerta a la negociación por el goleador incaico.