El ex jugador y director técnico del Betis, tendrá el mayor desafío de su carrera.
El banco de suplentes del Barcelona tiene un nuevo dueño: Enrique "Quique" Setién. Las caídas en las dos últimas ediciones de la Champions League fueron bombas de tiempo que explotaron luego de la eliminación prematura en la Supercopa de España, que le costó su puesto a Ernesto Valverde.
Ahora que el club catalán cambió a su entrenador, la pregunta cae de madura: ¿quién es el DT que dirigirá a Lionel Messi?
Setién, que firmará contrato hasta el 30 de junio de 2022, fue un jugador de clase y talento, que entre 1977 y 1996 dejó su huella en el fútbol español. Jugó en Racing de Santander (dos etapas), Atlético de Madrid -levantó la Supercopa de España de 1985-, Logroñés y Levante.
Era un "10" clásico, que sabía cómo manejar los tiempos del juego. Sus características eran similares a las de Andrés Iniesta, aunque jugaba más adelantado.
Parecía que tenía un mapa de la cancha en la cabeza: era asistidor, gambeteador y tenía buena pegada de media distancia. Si bien era diestro, su talento le permitía usar la pierna izquierda de gran manera y también era un gran cabeceador. Completo.
En la Selección de España, solamente disputó tres partidos internacionales. A mediados de la década del 80, sus grandes actuaciones en el Atlético le permitieron integrar el plantel que viajó al Mundial de México 86, el último que ganó Argentina. Sin embargo, no disputó ningún partido en esa competición, en el equipo en el que sobresalía Emilio Butragueño.
Como entrenador, comenzó su carrera al frente de Racing de Santander, donde es ídolo y consiguió el ascenso a Primera División. Luego dirigió al Polideportivo Ejido, de donde fue rápidamente despedido tras conseguir dos victorias en 15 partidos.
En 2006 asumió al frente de la Selección de Guinea Ecuatorial, pero se fue luego de dirigir su primer partido, por la poca seriedad que tenía ese elenco nacional.
Un año más tarde asumió como DT del Logroñés y fue destituido por malos resultados a los pocos partidos. Entre 2009 y 2015, aunque con poco eco mediático, asumió el reto al frente de CD Lugo, con el que consiguió el ascenso a Segunda División y la posterior consolidación en esa categoría. Ese equipo alcanzó un fútbol de alto vuelo, a pesar de no pertenecer a la elite del fútbol español.
Es por eso que pegó el salto a la Primera División. Y en Las Palmas consiguió la casi imposible permanencia, después de sentarse en el banco de ese equipo cuando se encontraba en la zona roja de la tabla de posiciones.
Finalmente, dirigió al Betis entre 2017 y 2019, período en el que logró muy buenos resultados, consiguiendo la clasificación a la Europa League. A pesar de eso, en común acuerdo con la dirigencia de turno, arregló su salida a un año de la finalización de su contrato.
Ahora asumirá el desafío más importante de su carrera y será el séptimo entrenador de Messi en el Barcelona.