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Encontró cheques por $2 millones, los devolvió y lo recompensaron con una pala

La documentación estaba tirada en la Ruta 70, al frente de una fábrica de herramientas, y Luis Spahn la halló cuando se dirigía en su vehículo. Sucedió en Santa Fe.

15/01/2020

Un hombre de la ciudad de Rafaela, en Santa Fe, encontró el lunes pasado unos cheques por 2 millones de pesos y se los devolvió a su dueño.

El acto de amabilidad es una buena noticia de por sí, pero lo que llamó la atención fue la recompensa recibida.

Según publicó Rafaela Noticias, Luis Spahn halló "un manojo de cheques", algunos al portador, por $ 2.170.000 en la Ruta 70, a la altura de Esperanza.

Al llegar a Esperanza revisó los cheques y, como estaban todos endosados por la misma empresa, decidió llamar al lugar y avisar sobre la situación.

"No le di mucha importancia en realidad, pero ni se me pasó por la cabeza hacer otra cosa. Me hace sentir bien conmigo mismo", explicó Spahn al portal Vía Rafaela.

El dinero era de una fábrica de herramientas que se encuentra enfrente de donde Luis había encontrado los cheques. De regreso a Rafaela el hombre, pasó por la firma y devolvió los cheques y recibió una pala de recompensa.

"En realidad fue un regalo. Me dijeron que eligiera una herramienta. Yo les dije que no hacía falta. Y bueno me regalaron una pala. Fue con buena onda. Así que la acepté", dijo.

El hombre contó a TN que es subcontratista de Telecom desde hace muchos años, pero que está a punto de quedarse sin trabajo por una movida comercial. "Soy el único técnico de última milla que hay acá, de los grandes clientes". Además, reconoció que "esa sería mi recompensa".

"Sé que hay mucha gente enojada con la empresa, pero yo no", aseguró. "Les llevé los cheques de buena fe y no esperaba nada", agregó.

"Sabía que se iba a generar esto, porque es más pesado el morbo que las buenas acciones", se quejó Spahn. Además, dijo que no tiene jardín ni lugar dónde usar la herramienta. "No tengo un cachito de tierra. La pala tengo que colgarla porque me genera un problema. Es peor que un perro malo acá en casa", bromeó.