El veterano de la Segunda Guerra Mundial cumplió con su deseo de poder estar al mando de esta moderna máquina de guerra.
La fuerza que tenía que aplicar el conductor de un tanque soviético T-34 a cada una de las palancas para poder girar su vehículo llegaba a los 45 kilogramos, por lo que no es de extrañar lo fuerte físicamente que eran aquellos hombres.
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Uno de ellos, Gabdrauf Saliájovich Garéyev, un veterano de 93 años de la Segunda Guerra Mundial en calidad de conductor-macánico de ese emblemático carro de combate clave en la victoria de la URSS, ha tenido ahora la oportunidad de manejar un moderno tanque ruso T-72B3, actualmente la espina dorsal de las tropas acorazadas del país euroasiático.