Pasaron diez años del histórico ascenso de Sarmiento

El 23 de mayo no es una fecha cualquiera para Sarmiento. El club de La Banda celebra el aniversario de su ascenso al Torneo Argentino B. Un logró histórico para la institución, en una época de resurgimiento para el deporte de Santiago del Estero.

El Profe logró marcar el rumbo y poner a La Banda en un lugar privilegiado en ese momento. Fue uno de los equipos que se quedó con los tres ascensos que entregaba el Torneo del Interior 2010 al vencer en la final a Atlético Paraná.

Sarmiento arrancó el torneo en la zona 10 en donde clasificó como el líder, por delante de Vélez de San Ramón (también clasificado) y Estudiantes de Huaico Hondo. Allí comenzaron las llaves de playoffs divididas por regiones.

Te recomendamos: Ramón "Piki" Gramajo, el repaso por su gran carrera y el emotivo recuerdo de su hijo

En los 32avos de final de una de las llaves, los bandeños se enfrentaron con Los Dorados de Las Termas. El 7 de marzo del 2010 empataron 0-0 en la ciudad termal y luego, el 14 de mayo, el Profe se impuso por 2-1 en casa.

En los 16avos de final, el rival era Deportivo Comercio de Santa Sylvina, Chaco. El partido de ida fue el 21 de marzo con triunfo 6-2 de Sarmiento, que sentenció la serie el y de marzo en la Banda, con un 2-1.

Llegaba abril y la ilusión bandeña crecía. El 4 enfrentó a Sportivo Fernández en los octavos de final en el partido de ida que terminó sin goles en la Cuna de Poetas y Cantores. En el encuentro de vuelta, disputado una semana después en la Capital del Agro, Sarmiento se impuso por goleada 4-1.

Te recomendamos: Gustavo "Trochy" Suárez, sinónimo de sacrificio y gol

Los cuartos de final estaban en el horizonte y el rival era Sarmiento de Resistencia. El Profe no dejó dudas en esa serie imponiéndose por 3-1 en Chaco, el 17 de abril, y por 4-1 en La Banda, el 25 de ese mes.

En las semifinales el equipo de La Banda debía volver a la ciudad chaqueña, pero esa vez el rival era Resistencia Central. El 2 de mayo, como visitante, Sarmiento logró rescatar un empate 0-0 y debía definir la serie de local. En casa, el Profe se impuso por 2-0 y dio el paso a la final.

Mono Gonzalez, ídolo de Sarmiento. Foto: Pasión y Deporte.

En la definición por el ascenso estaba Atlético Paraná. Un equipo entrerriano que mezclaba jugadores de experiencia y jóvenes talentosos, que luego llegarían a equipos de Primera. Sarmiento tenía también lo suyo, hombres de gran nivel que estaban atravesando sus mejores momentos.

Te recomendamos: La historia del Mono González, el último rebelde

El primer partido de esa final fue en la capital de Entre Ríos. El conjunto paranaense logró quitarle el invicto en el torneo a los bandeños con un triunfo 2-1. En la vuelta Sarmiento logró quedarse con la victoria 1-0 gracias a un gol de Hugo De Marco, y forzó la definición desde los doce pasos.

En la tanda de penales, Lucas García, el arquero de Sarmiento, fue clave; le contuvo los penales a Acosta y Chinero, pero no pudo con Cabral, Ekkert y Lencioni. En el Profe el único que falló fue César Rivera, pero los que no, fueron el Mono González, Javier Peyla, Pablo Ledesma y Franco Lescano. Con el gol del defensor se desató la fiesta en La Banda y delirio de los hinchas.

Los hinchas invadieron el campo de juego. Foto: Pasión y Deporte.

Te recomendamos: Recuerdo: el duelo entre Sarmiento y Boca por la Copa Argentina

El entrenador de ese equipo era Adrián Kalujerovich, quien esa tarde el 23 de mayo en el estadio Ciudad de La Banda mandó a la cancha a Lucas García; Jorge Serrano, Juan Carlos Paz, Javier Peyla, Franco Lescano; Diego Mánquez, Luis Salto, Hugo De Marco; Jonathan Noguera; Gregorio González y Pablo Ledesma. Luego ingresaron César Rivera por De Marco y Matías Noriega por Noguera.

Atlético Paraná, dirigido por Daniel Veronesse, formó con Eduardo Fontanini; Martín Galli, Marcelo Sosa, Diego Ciarroca, Juan Bergara; Alejandro Ávila, Pablo Lencioni; Leonardo Acosta, Lisandro Alzugaray; Sergio Chitero y Joaquín Cabral. Luego entraron Cristian Murgado por Ávila y Alexis Ekkert por Alzugaray.

Fue el logró más importante de Sarmiento en su historia. Algo que quedó en la retina de los viejos y de los más jóvenes que aun deliran con la magia del Mono González, los goles del Chueco Ledesma y la fiereza del León Peyla, referentes de un equipazo.