Un joven logró el alta en su tratamiento contra las adicciones en el CreASE, de la Fundación Nocka Munayki, y contó su experiencia.
Desde la fundación dialogamos con Jorge, un joven que finalizó su tratamiento de rehabilitación en adicciones en la modalidad de Consultorio Externo, del Centro de Rehabilitación de Adicciones de Santiago del Estero (CreASE), de la Fundación Nocka Munayki (Yo te Quiero), en convenio con el gobierno provincial.
En primera persona, como ha sido su experiencia, sabiendo que sus vivencias pueden ser conocidas por personas que están buscando ayuda o la familia de quien este atravesando este tipo de problemas. Que puedan leer esto y decir si es posible estar mejor y retomar los proyectos de vida.
-¿Qué fue lo que te ha llevado a buscar ayuda?
- El consumo hizo que fuera teniendo hábitos y que me fuera convirtiendo en una persona que antes no era.
-¿Eso afectó tu trabajo?
-En el trabajo no porque, sí consumía y tenía otro vicio, que era el de ir al casino. Eso era como un círculo que también me llevaba al consumo. Pero pude mantener mi trabajo y mis obligaciones. Pero el problema se repetía hasta que junto a mi familia decidimos buscar ayuda y hacer una terapia. Así llegue hasta la Digaia.
En este tipo de situaciones, como lo remarcan los especialistas, siempre es fundamental el tema del apoyo emocional. Que la familia o los afectos acompañen esta decisión muchas veces ayuda a que asumir el compromiso de poder cambiar lo que está mal no sea tan cuesta arriba.
-¿Qué cosas sientes que has cambiado?
-Más que nada en principio se trata de poner límites. El grupo que me ha ayudado desde aquí me dio las herramientas para que yo pueda encontrar límites, controlar lo que estaba haciendo y cambiar lo que iba mal. Eso también ayuda a darle verdadero valor a las cosas. Los afectos, la familia y también lo económico ya que yo trabajo, pero nunca podía estar bien porque me gastaba todo en mis vicios.
-¿Jorge cuáles son tus proyectos que tienes ahora?
-Como dije, he cambiado mucho y eso ha sido muy importante. Gracias a Digaia y al CReASE he aprendido muchas cosas. Y me pude plantear objetivos, mejore en mi trabajo, me siento bien ahí. Eso ayudó a nuestra meta que es la de tener mi casa. Entonces hemos decidido comprar un terreno. Es algo que siempre quisimos pero nunca lo llevábamos adelante. Hoy ese es un proyecto que está encaminado, tengo mi terreno y estoy construyendo mi casa. Y también estamos pagando un auto. Son cosas que parecía que no iba a alcanzar y hoy se están concretando.
En ese sentido el padre de Jorge cuenta cómo vivió él en particular este problema y de qué manera buscó la solución.
-Yo veía que mi hijo venía con algunos cambios. Que no estaba bien. Que no era el mismo de antes y lo hablé con mi familia. Nunca habíamos pasado por algo así, por un problema de este tipo. Por eso no sabíamos bien por dónde empezar. Buscamos, preguntamos, anduvimos, hasta que un día desde el jardín de su hijo, donde hay una Docente que pertenece al Programa “En busca del Antes” de la Digaia, nos hablan de este lugar y vinimos. Después hablamos con él y estuvo de acuerdo en comenzar el tratamiento. A partir de ahí hubo buenos cambios que fueron aumentándose con el paso del tiempo hasta hoy que está muy bien.
Por último, agradecieron a la Institución en general, al Equipo que intervino y particularmente a José Luis, Gabriela y Rosa.
-Para la institución solo tenemos palabras de agradecimiento, desde la entrada hasta el último cuarto que tienen aquí es muy importante. En la casa hemos aprendido mucho y nos brindaron muchísimo apoyo y contención. Profesionales como José Luis, Rosa Vera, Gabriela Ontivero, siempre estuvieron para explicarnos y contarnos cómo iban las cosas o cuales eran los pasos a seguir y sobre todo para alentarnos. Porque a veces cuando te pasa y no sabes qué te pasa, están estos profesionales que te explican, te ponen bien y te dice como es. Así sentís que no estás solo y que alguien te acompaña para que puedas salir de esto.