El jubilado de 71 años quedó imputado por el "homicidio simple, agravado por uso de arma de fuego" y cumple prisión domiciliaria con custodia.
Tras permanecer dos días detenido por matar a un ladrón, Jorge Ríos (71) dejó el lunes la cárcel, aunque permanece con prisión preventiva. La pesadilla para este jubilado parece estar lejos de terminar. Unas horas después de dejar la celda de la comisaría novena de Quilmes, la familia del asaltante fallecido lo fue a buscar y a gritarle cosas frente a las cámaras de televisión en la puerta de su casa.
La situación se dio cuando un grupo de mujeres y un adolescente, que dijeron ser familiares de Franco "Piolo" Moreyra (26), fueron hasta la propiedad de Ríos, ubicada en Ayolas al 2700, para que el hombre "dé la cara".
En ese lugar, el viernes a la madrugada, el herrero se defendió a los tiros de un asalto en el que los ladrones lo atacaron a golpes en el living de su casa. Como esa misma noche ya le habían entrado dos veces a robarle cosas del patio, el hombre tomó su pistola 9 milímetros y se durmió con ella en un sillón.
En medio del ataque, el jubilado sacó el arma, hizo un disparo e hirió a Moreyra en una pierna. El segundo tiro fue a 60 metros de su casa e impactó en el pecho de Moreyra, que murió.
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Ríos estuvo dos días detenido y ahora está bajo arresto domiciliario acusado de "homicidio simple, agravado por uso de arma de fuego". Solo unas horas después de haber salido de la comisaría, la familia de Moreyra fue a buscarlo, aunque no se sabe si él está allí o en lo de alguna de sus dos hijas.
"Mi hijo se quedó sin papá gracias a este señor. Yo soy la mamá del hijo, ustedes hablan boludeces", le dijo a los gritos una mujer a la periodista Liliana Caruso, de A24. Era la ex pareja de "Piolo", con quien había tenido un nene.
Todo ocurrió cuando la familia de Ríos estaba en la casa. "Que dé la cara, que salgan. No tenía por qué por qué salir a matarlo a mi tío", dijo la sobrina. Los parientes del ladrón se mostraron muy indignados con los medios de comunicación y pidieron "contar la realidad de lo que pasó", pero no quisieron brindar su versión.
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Ahora la casa de Ríos está con custodia de un grupo de Infantería de la Policía bonaerense y la familia del hombre adelantó que venderán la propiedad y se irán del barrio por temor a represalias.
"Él quiso defenderse. Estaba durmiendo en su casa tranquilo y lo despiertan a los golpes en la tercera oportunidad. En las anteriores advirtió que había movimientos pero no lo creyó relevante", dijo Cecilia, una de las hijas de Ríos.
"La última vez lo golpean muy salvajemente y se da el desenlace que conocemos. Él está destrozado, tiene un problema muy grave de salud, tiene problemas respiratorios, cardíacos, falla renal", contó su hija.
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La mujer detalló que su padre primero disparó cuando estaba adentro de su casa, en respuesta a los golpes que le daban los asaltantes que además portaban una faca.
"Mi papá le dice: 'Quedate quieto, no me hagas disparar' y el hombre muy por el contrario lo comienza a golpear, lo levanta y lo tira al piso. Ahí es donde comienza el forcejeo, resulta muy lastimado, lo empieza a correr y en esa secuencia es donde dispara", dijo Cecilia.
La secuencia continuó en el patio, cuando los asaltantes quisieron ir a la casa de una vecina. "Ahí es donde mi papá siente la necesidad de protegerla", completó.