Se trata del secretario de Obras Públicas de la Nación, Martin Gill.
El funcionario fue imputado por la Justicia por haber participado en una fiesta familiar en la provincia de Córdoba que superó las 10 personas permitidas.
El funcionario en uso de licencia de la ciudad cordobesa de Villa María participó del festejo de cumpleaños de su madre. Por el hecho, también resultaron imputados otras 15 personas más que participaron y asistieron a ese evento.
"Yo sólo pasé a saludar. Estaban mis hermanos y lo hicimos dentro de los márgenes permitidos para encuentros familiares. La saludé y me volví a Buenos Aires. No se trató de una fiesta. Fue sólo una reunión de mis hermanos y mi mamá. Yo pasé por la casa de mi hermano”, había dicho Gill a Cadena 3.
Lo que se busca establecer es si Gill violó el artículo 205 del Código Penal, que establece que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
Cabe recordar que Gill salió desde Buenos Aires, lugar en el que reside, y llegó a Santa Fe. De ahí, fue hasta Villa María para visitar a su mamá que cumplía años. Luego, viajó a la ciudad de Córdoba y, finalmente, volvió a Buenos Aires sin realizar ninguna cuarentena. Días después, dio positivo de Covid-19.
"Cumplo mi rol como trabajador esencial y circulo con la autorización correspondiente, de tal modo que no he violado disposiciones que tengan que ver con la cuarentena que impera en diversas regiones del país", aseveró el funcionario en una serie de mensajes en las redes sociales a principio de mes, cuando se conoció que estaba infectado.
"Fui adoptando todas las medidas preventivas para evitar el contagio, pero, en mi caso, no han sido suficientes", agregó.
Asimismo destacó que, "desde que comenzó la lucha contra esta pandemia hemos trabajado incansablemente en mejorar la infraestructura sanitaria de la Argentina, construyendo y ampliando hospitales".