Según publica la prensa en el continente oceánico, el torneo no será en Nueva Zelanda y se jugará en Australia.
El Rugby Championship se disputará en Australia como única sede a partir del 7 de noviembre próximo, con la participación del equipo local, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Argentina, en una decisión que será oficializada por la SANZAAR, organismo que organiza el torneo y que componen las cuatro uniones.
El diario australiano Herald de New South Wales aseguró que Sanzaar, quien inicialmente dijo que Nueva Zelanda era la sede preferida del torneo, determinó el cambio se sede.
Hace dos meses, el torneo, que generalmente se juega en un formato de ida y vuelta, parecía destinado a Nueva Zelanda que llevaba 100 días sin casos de coronavirus.
No obstante, Australia aseguró el torneo sobre la base de tener regulaciones de cuarentena superiores, en lo que respecta a permitir que los equipos entrenen mientras están aislados.
La necesidad de aislarse sin entrenar durante un número determinado de días, y las restricciones en torno al tamaño de las burbujas, fueron los principales puntos conflictivos que inclinaron el torneo a favor de Australia.
Los estadios australianos durante el certamen tendrían una capacidad del 50 a 75 por ciento de público.
Ese tema fue muy importante para la definición, ya que en Nueva Zelanda no había garantías y de hecho los últimos partidos se jugaron a puertas cerradas, mientras que Australia se juega con público y se espera que mañana en la semifinal del Super Rugby australiano concurran 25.000 personas para ver Reds-Rebels.
"Obviamente estamos decepcionados por la decisión de que Nueva Zelanda no sea anfitrión del torneo, pero lo entendemos y lo aceptamos", dice el director ejecutivo de NZ Rugby, Mark Robinson.
Al filtrarse la información la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, negó que su gobierno hubiera dejado de lado los preparativos para el evento.
Con Nueva Zelanda con un rebrote, con Nivel 2 y los funcionarios de salud aún tratando de identificar la fuente del último brote, las restricciones fronterizas y de cuarentena siempre se perfilaron como obstáculos para albergar equipos en el extranjero.
"Pusimos mucho esfuerzo en eso, trabajamos duro para satisfacer las necesidades de los jugadores e incluso creamos un régimen en el que podían estar entrenando dentro de los tres días de su llegada", dijo Ardern.
La confirmación del Rugby Championship encuentra a Los Pumas en un momento de nuevos contagiados de coronavirus y tratando de saber cómo estarán los jugadores y el cuerpo técnico para realizar el viaje a Australia.