Ocurrió cuando se jugaban casi 10 minutos, la jugada terminó dándole la ventaja ante el West Bromwich y no tuvo que patear al arco para conseguirlo.
El Leeds de Marcelo Bielsa abrió el marcador frente al West Bromwich sin patear al arco; sin siquiera dar un pase hacia adelante, en pos de aproximarse a la valla rival. Todo lo hizo su adversario. O casi todo: el temor a la famosa presión que ejercen los equipos que comanda el Loco lo atemorizaron al punto de encajar un gol en su propia valla...
Sucedió a los 9 minutos de juego. Ante la asfixia de los pupilos del entrenador argentina, el West Brom comenzó a buscar salir tocando por abajo. Sin embargo, Romaine Sawyers cometió un error imperdonable. El mediocampista tapón tocó hacia su arquero, Sam Johnstone, sin observar su posición, de memoria. Y resulta que estaba más cerca suyo de lo que imaginaba... En consecuencia, la pelota viajó inexorablemente hacia la valla descubierta. Y despertó apenas una celebración protocolar por parte del plantel del Leeds.