Santiago del Estero, Viernes 19
Abril de 2024
X
Mundo

Gran Bretaña aprueba ensayos con voluntarios que quieran infectarse de coronavirus

Con el fin de conocer la efectividad de vacunas, los científicos planean infectar con el virus a 90 voluntarios sanos que estarán expuestos al virus en un entorno seguro y controlado.

17/02/2021

Las autoridades sanitarias de Reino Unido aprobaron este miércoles el primer ensayo de coronavirus del mundo en el que los voluntarios se expondrán deliberadamente al virus para estudiar cómo se propaga. Los científicos sostienen que el estudio va a tener un papel clave para el desarrollo de vacunas y tratamientos eficaces contra el covid-19.

El Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial (BEIS, por sus siglas en inglés) del país anunció que el organismo para la ética de ensayos clínicos dio luz verde para iniciar la investigación que contará con hasta 90 voluntarios de entre 18 y 30 años.

El estudio cuenta con la financiación del Gobierno británico, que destinó 33,6 millones de libras esterlinas (46,6 millones de dólares) y comenzará dentro de un mes. Los científicos instan a que se unan jóvenes sanos. Todos los participantes estarán expuestos al coronavirus en un entorno seguro y controlado, y estarán bajo observación del personal médico las 24 horas al día.

Después del inicio del estudio, se podría administrar a pequeños grupos de candidatos una vacuna anticovid, cuya seguridad ya haya quedado demostrada durante los ensayos clínicos, antes de que los expongan al virus para así identificar las vacunas más eficaces y acelerar su desarrollo.

De momento los investigadores están buscando a los voluntarios que correrían el menor riesgo de desarrollar complicaciones en el caso de que se infecten con coronavirus, ofreciendo una remuneración por su participación.

El estudio también ayudará a los investigadores a entender exactamente cómo reacciona al coronavirus nuestro sistema inmunitario y qué factores influyen en la transmisión del SARS-CoV-2, así como la manera en la que un infectado transmite las partículas víricas en el ambiente.

Los estudios en humanos de este tipo desempeñaron un papel importante a lo largo de la historia para acelerar el desarrollo de tratamientos contra las enfermedades como la malaria, la fiebre tifoidea, el cólera, el norovirus o la gripe y ayudaron a determinar qué vacunas tendrían más probabilidades de pasar con éxito la tercera fase de ensayos clínicos que suele requerir de la participación de miles de voluntarios.