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Marzo de 2024
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Real Madrid, Barcelona y Juventus insisten con la Superliga y denuncian presiones de la UEFA

La entidad continental aplicó una sanción a nueve clubes que participaron del lanzamiento del nuevo torneo.

08/05/2021

Real Madrid, Barcelona y Juventus defendieron el proyecto de organizar la Superliga de los poderosos del fútbol europeo y denunciaron "presiones y amenazas inaceptables" por parte de la UEFA, que el viernes aplicó una sanción económica a los otros nueve clubes que formaron parte de su lanzamiento el 18 de abril pasado.

Mediante un comunicado conjunto, las tres entidades argumentaron que la idea del nuevo torneo es "aportar soluciones a la situación insostenible que atraviesa actualmente la familia del fútbol" y, en ese sentido, llamaron a "debatir, desde el debido respeto, sin presiones del todo intolerables y con respeto al Estado de Derecho, las soluciones más apropiadas para la sostenibilidad" del negocio.

"La Superliga era entendida por los 12 clubes fundadores como una oportunidad única para ofrecer a los fans de todo el mundo el mejor espectáculo posible y aumentar el interés global por el deporte, que se enfrenta a nuevas tendencias generacionales que amenazan su futuro. Por otra parte, también tenía como objeto primordial impulsar el fútbol femenino a nivel global, una oportunidad histórica para su promoción", explicaron.

"Tenemos el deber de actuar con responsabilidad y de perseverar en la búsqueda de soluciones -asumieron-, pese a las inaceptables presiones y amenazas que continuamos recibiendo de UEFA".

El máximo ente rector del continente, presidido por el esloveno Aleksander Ceferin, anunció en otro comunicado una serie de sanciones económicas para Tottenham, Arsenal, Manchester City, Manchester United, Chelsea, Liverpool, Atlético Madrid, Inter Milan y AC Milan, quienes se bajaron de la Superliga en los días siguientes a su lanzamiento frente a la ola de reacciones negativas desde distintos sectores.

Los 9 clubes arrepentidos deberán renunciar al 5% de los ingresos por su participación en las competiciones europeas durante una temporada, además de hacer una donación extra de 15 millones de euros para el desarrollo del fútbol europeo en comunidades locales.

También se les estableció una multa de 100 millones de euros si aceptaran a futuro jugar algún torneo no reconocido por la UEFA y otras de 50 millones por cualquier otra ruptura de sus compromisos.