El hijo de la vedette dejó la Argentina para volver al Uruguay y ella no pudo disimular su tristeza.
Tarde o temprano, este día iba a llegar pero Mónica Farro lo vivió con la misma angustia de las malas noticias que nos toman de imprevisto. El fin de semana, su hijo Diego se volvió al Uruguay, país que lo vio nacer y en el cual desarrolló toda su vida.
"Amor de mi vida, es difícil despedirte, venís a llenar mi alma con tanto amor y es tan duro soltarte... Dicen que los hijos son de la vida... Fue un mes maravilloso donde me dejaste darte todo ese amor que siento, sos parte de mi en todo sentido...", escribió junto a una foto del joven.
"Poder abrazarte me eleva, tus palabras y consejos de vida me hacen verte como un igual. Estoy tan orgullosa de quien sos, tan feliz por tus logros y tu búsqueda continua de vivir feliz. Te amo demasiado y demasiado es poco".
Cuando Mónica se vino a probar suerte a la Argentina, tuvo que tomar la decisión sabiendo que su hijo no podría acompañarla. A su entender, lo mejor era que la vida de Diego no se modificara y mucho menos, sin saber si habría en este país buenas oportunidades. El tiempo pasó y las distancias se hicieron más cortas para ellos, que entendieron que la cercanía no era condición para el amor inmenso de madre e hijo.
La pandemia los volvió a distanciar, les cortó la posibilidad de ir y venir generando mucha angustia, una angustia que luego del reencuentro, parece volver a surgir.