Las denunciantes lo acusan de manosearlas para comprobar "la evolución de cada rutina" durante los entrenamientos en los que las asistía.
El profesor de un conocido gimnasio fue acusado de abusar de tres jóvenes asistentes al local. Según la investigación fiscal, las denunciantes lo acusan de manosearlas para “dimensionar la evolución de cada rutina”.
Una de las jóvenes habría indicado que en una ocasión la obligó a que lo tocara en sus partes íntimas. Otra víctima habría subrayado que en una oportunidad “me bajó la calza y me tocó la cola”.
Ella se lo habría cuestionado y la respuesta fue que todo forma parte de la rutina, con los progresos naturales que él debe “palpar”.
Tras los numerosos episodios fue interpuesta una denuncia y ahora la defensa, a cargo de Eugenio Chavarría, batalla para evitar la detención.
Semanas atrás un juez de Control y Garantías rechazó el pedido de hábeas corpus y eximición de prisión, aunque sin resolver el pedido de detención. Chavarría apeló esa resolución y acudió ayer con la Fiscalía a la Cámara de Apelaciones.
El abogado instó al alto cuerpo a rechazar el pedido de detención, por entender que la Fiscalía aún no fundamentó el porqué de su deseo de privarlo de la libertad.
Por el contrario, la Fiscalía insistió en que urge detener al profesor, a quien le atribuye cargos por “abuso sexual simple” (por dos jóvenes) y “abuso sexual gravemente ultrajante” (de una tercera). El alto cuerpo habría declarado nula la resolución del juez y, en su lugar, ordenó una una nueva audiencia, presidida por un juez de control.
En ella, la Fiscalía deberá argumentar el propósito de detención, sostenido en los verbalizados “peligros procesales”, ya que al menos una de las víctimas habría sido presionada para retirar su denuncia.
La Fiscalía requerirá una audiencia y apostará todo a la detención del profesor. En tanto, Chavarría bregará para que afronte el proceso libre.
Mientras tanto el profesor desapareció de los lugares que frecuentaba, temeroso de ser detenido en la vía pública, ya que impera la firme posibilidad de que tratándose de casos de abuso sexual, hay una corriente judicial que directamente es proclive a desestimar recursos de eximición de prisión.