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Marzo de 2024
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Opinión y Actualidad

El fenómeno de la revictimización en casos de violencia de género

La damnificada suele verse obligada a relatar en diversas oportunidades su padecimiento, lo que implica profundizar su situación de vulnerabilidad.

22/07/2021

La revictimización es una problemática que surge en el momento en que una mujer decide formular una denuncia penal contra quien la agrede o maltrata, con la finalidad de romper con un ciclo de violencia que se prolongó en el tiempo.

Para poder comprender cómo se desarrolla, la Lic. Ana María Satuff, quien integra el equipo interdisciplinario de la Oficina de Protección a las Víctimas de Violencia Familiar y la Mujer del Poder Judicial, sostuvo que es necesario remontarse al inicio del problema.

En un caso de violencia de género, existen al menos dos personas implicadas. Por un lado, se encuentra la víctima y por el otro, el victimario, quienes mantienen una relación con una marcada desigualdad de poder que ejerce éste último sobre la primera.

Así, la víctima queda inmersa en una situación de gran vulnerabilidad e indefensión, debido a los efectos de la violencia ejercida por el otro, que se la conoce como “victimización primaria”.

Sin embargo, actualmente se observa una problemática que surge en el momento en que la damnificada finalmente decide denunciar y hablar sobre lo que le sucede. Inicia, entonces, un camino que resulta complejo, sobre todo cuando lo tiene que recorrer sola, sin ayuda, ni contención familiar o social, que la coloca en un contexto de mayor desprotección.

Una vez realizada la denuncia, puede producirse la revictimización o “victimización secundaria”. Ésta se plantea en el momento que resuelve exponer su caso y la atención que recibe es incorrecta o inadecuada, producto de una acción u omisión de quien o quienes deben actuar y no lo hacen correctamente.

En la práctica, esto sucede cuando la víctima debe afrontar demoras, derivaciones, consultas inconducentes o innecesarias en el trámite de su denuncia, así como también verse obligada a realizar declaraciones reiteradas sobre el episodio violento ocurrido.

Respecto al último punto, la afecta sobremanera, porque la lleva a revivir  escenas de dolor físico, psicológico, verbal, sexual, económico, además de las humillaciones y amenazas a las que fue sometida; empujándola a revivir un hecho traumático, lo que a veces hace que la víctima desista de su denuncia.

Hay autores que afirman que esta segunda experiencia o revictimización, puede causar un incremento en el daño desde el aspecto psicológico y hasta patrimonial.

Por estos motivos, profesionales y personas que trabajan con esta temática deben tener muy presente los efectos que se producen en las víctimas, cuando hay un trato insensible y deshumanizante, por lo que es fundamental logar empatía y desarrollar una mirada desde la postura de aquellas, para ayudarlas realmente a superar el problema.