Un llamado anónimo informó a la policía de un hombre pretendía vender un sillón de escritorio en el barrio Cáceres y al ser alcanzado por la policía nunca supo explicar la procedencia.
Cuando se dio cuenta de que el patrullero de la Comisaría Sexta estaba tras sus pasos, abandonó el bien y huyó, siendo interceptado a los pocos metros.
El caso tuvo lugar ayer en horas de la tarde cuando una voz femenina anónima, alertó a los efectivos de la dependencia policial mencionada de que una persona del sexo masculino pretendía comercializar un sillón en inmediaciones del barrio Cáceres.
La voz habría precisado que el bien era un sillón de escritorio o del tipo “Gamer”, de cuerina negra. Con los datos aportados, el personal que patrullaba la zona no tardó en divisar al sujeto con el sillón sobre calle Olaechea casi Alsina, y decidieron interceptarlo.
Cuando el sospechoso se dio cuenta de que los policías iban por él, arrojó el sillón a la calle y emprendió una veloz fuga, pero fue alcanzado por los policías a los pocos metros, en cercanías de calle Únzaga.
Se trataba de un hombre de 44 años y con residencia en el barrio Cáceres, quien al ser consultado por la procedencia del bien, no supo justificar su tenencia y respondía siempre con evasivas, por lo que de inmediato fue trasladado a la comisaría.
Posteriormente, se consultó al fiscal de turno, Dr. Martín Silva quien dispuso que el hombre quedase demorado de manera preventiva hasta tanto se pueda determinar la propiedad del sillón, o se radique una denuncia por la sustracción del mismo para que se obre en consecuencia.