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Marzo de 2024
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Opinión y Actualidad

Crítica de "Elvis", el rey según Baz Luhrmann

Austin Butler encarna el rey del rock en una frenética y absorbente película de Baz Luhrmann, Tom Hanks incluido.

28/06/2022

Por Beatriz Martínez
Para Fotogramas

Baz Luhrmann carga con el estigma del amor o el odio. Parece que no hay una posición intermedia para valorar de qué forma ha utilizado (o reinventado, o pervertido) las herramientas del lenguaje cinematográfico para adaptarlas a su mirada particular, a un estilo propio que rompe con cualquier tipo de norma prestablecida en el que late el hedonismo, la exuberancia formal, la locura barroca expresiva y la mixtura sublimada de géneros hasta el paroxismo. Quizás 'Moulin Rouge!' pueda ser considerada su culmen en ese sentido, pero 'Elvis' es otra cosa. Luhrmann siempre ha demostrado ser un director mitómano hasta la médula a la hora de aproximarse a sus temas de obsesión, pero en este caso existe un enfoque casi reverencial (y referencial) hacia la figura de Elvis Presley, y precisamente de ese espíritu se contamina una obra casi inabarcable tanto en lo visual como en lo narrativo, en la que el cineasta deja constancia de que nos encontramos ante su trabajo más importante.

Ni biopic ni musical

'Elvis' no es un biopic al uso, ni siquiera es un musical, aunque haya canciones y estas se encarguen de marcar los puntos de inflexión del personaje. Se trata más de un recorrido tanto introspectivo como histórico (incluso político), un viaje trepidante por las entrañas de una América repleta de contradicciones en la que hay lugar para los sueños y también para el derrumbe moral. El director juega con las texturas a su manera de demiurgo, con el ritmo y los tiempos narrativos, y adapta los cambios de época a las propias pulsiones del protagonista, en un intenso abanico existencial que abarca desde la inocencia hasta la perversión de la fama, la decepción y la agonía.

En busca del alma del rey

El itinerario es frenético y absorbente, cada escena está preñada de ideas y emociones al límite, consiguiendo algo casi imposible dentro de este mastodóntico espectáculo: que sus personajes no solo se queden anclados en la extravagancia y el elemento kitsch, sino que tengan entrañas y alma. Parte de este logro tiene que ver con la elección de ese narrador omnisciente en forma de villano mefistofélico interpretado por Tom Hanks y por la enorme revelación que supone Austin Butler, que logra la hazaña de no interpretar al rey del rock, sino reencarnarse en él.

La energía que desprende 'Elvis' es indómita y avasalladora

Nos sumerge en una espiral épica, compulsiva y frenética que envuelve y abraza, que agita y convulsiona al son de la construcción y la deconstrucción de uno de los grandes iconos de la cultura popular que forma parte de la memoria colectiva y que, por una vez, tiene una gran película a la altura de las circunstancias.

Para espectadores que no tienen miedo a rendirse a obras monumentales.