El cardenal Marcello Semeraro es el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y presidirá la ceremonia de beatificación de los Mártires del Zenta.
Las Diócesis de Orán y Jujuy se preparan para vivir la gran fiesta de la beatificación del sacerdote jujeño Pedro Ortiz de Zárate y el jesuita Juan Antonio Solinas, cuya ceremonia central se realizará mañana 2 de julio. En medio de un clima de fiesta para la Diócesis de Orán, llegó a la ciudad cabecera del departamento el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, quien presidirá la ceremonia de beatificación de los Mártires del Zenta.
Emprendió viaje terrestre hacia el norte salteño, donde fue recibido por la comunidad que se encontraba a la vera de la ruta 34, a la altura de Urundel, Colonia Santa Rosa y Pichanal y en el ingreso a la diócesis.
Mientras tanto en Orán se preparaban alumnos de distintas escuelas con colores y cánticos para dar la bienvenida al enviado del papa Francisco.
Escoltado por la Policía de la Provincia y Bomberos Voluntarios, recorrió saludando a los oranenses desde el ingreso por avenida Palacio hasta el Obispado, donde fue recibido por monseñor Luis Scozzina.
El padre Juan José Manzano afirmó que "para el pueblo de Orán este es un gozo muy grande, porque se trata de la primera beatificación de los primeros mártires argentinos".
La ceremonia central será presidida por el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, anteriormente conocido como Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Marcello Semeraro, quien estará acompañado del nuncio apostólico de Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyke y alrededor de unos cuarenta obispos de diferentes diócesis del país, entre ellos el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli.
El Dicasterio para las Causas de los Santos es responsable de todo lo relacionado con el procedimiento que conduce a la beatificación y canonización de los "Siervos de Dios". Se examina su vida para comprobar, tras escuchar testimonios de quienes les han conocido en vida, que han vivido las virtudes heroicas, que nada hay en sus escritos contrario a la fe de la Iglesia, y comprobando que a su intercesión se puede atribuir un hecho milagroso.