Santiago del Estero, Jueves 25
Abril de 2024
X
Opinión y Actualidad

Crítica de "Increíble pero cierto", el pozo de los deseos de Quentin Dupieux

Quentin Dupieux es un perro verde y, en su última película, ofrece disparates taciturnos sobre el patetismo masculino y femenino y la ambición y el conformismo.

24/01/2023

Por Antonio Trashorras
Para Fotogramas

Una buena manera de disfrutar esta (ya de por sí divertida) película es imaginar a medida que avanza su trama el partido que le habrían sacado en un estudio de Hollywood a semejante premisa. Si de allí viniera 'Increíble pero cierto', estaríamos ante una pulcra fábula cómico-buenrollista a lo 'Atrapado en el tiempo' (H. Ramis, 1993) o 'Mis dobles, mi mujer y yo' (1996), también de Ramis. Claro que Quentin Dupieux es un perro verde, y si a algo se parecería este su último trabajo de haber sido concebido por otro cineasta más ‘popular dentro de lo indie’ sería a las más excéntricas, al tiempo que amargas, obras de Spike Jonze, Charlie Kauffman o, claro, su compatriota Michel Gondry.

Pero Dupieux ya no está en esa onda arty-juguetona, y si bien, como ellos, sigue orientando su otredad hacia la burla, cuando no el desprecio, hacia los manuales de guion y la dramaturgia académica, lo cierto es que sus chistes se han ido convirtiendo en Peta Zetas amargos, en disparates taciturnos sobre la ambición y el conformismo, la madurez y la juventud y, por supuesto, el patetismo masculino y femenino.

Para degustadores del cine excéntrico.