El staff real de la casa habría ofrecido a Andrés elegir otro hogar oficial de la monarquía, pero simbólicamente menos expuesto.
El rey Carlos III decidió desalojar a su hermano, el príncipe Andrés, del Palacio de Buckingham, luego de que la prensa lo vinculara al escándalo sexual ligado al difunto explotador de menores Jeffrey Epstein. El flamante rey podría haber intentado castigar también a su hermano por haber filtrado a la prensa recientemente la versión de una reapertura del escándalo Epstein mediante una hipotética acción legal en Estados Unidos, con la que buscaría rehabilitar su figura pública. Bajo la excusa de los trabajos millonarios de restauración del Palacio de Buckingham, residencia oficial londinense de la dinastía, en curso desde hace tiempo, Andrés, el hijo predilecto de Isabel fue privado ahora del alojamiento. Su habitación, en la que el duque estaba acostumbrado a visitar en ocasión de sus viajes a la capital, contiene una famosa colección de osos de peluche de la que, siempre según los tabloides, el príncipe, de 62 años, está encariñado.