Te acercamos seis soluciones diarias que harán que tu café de casa no tenga casi nada que envidiar a un café de auténtica cafetería.
No siempre tenemos tiempo para disfrutar del mejor de los cafés en casa, y por supuesto no siempre lo tenemos para dejarnos guiar por un buen barista para convertir este momento del día en una auténtica fiesta.
Sabiendo que este mundo es ciertamente complicado pero que también es una gran forma de empezar el día, te acercamos seis soluciones diarias que harán que tu café de casa no tenga casi nada que envidiar a un café de auténtica cafetería sin perder mucho tiempo en esta hazaña.
Muélelo, haz caso
En apenas un par de decenas de segundos tendrás café recién molido, conservando todo su aroma y sabor, permitiendo así que cada día literalmente estrenes granos. Con esta sencilla técnica que apenas te arrebatará un minuto tendrás la opción de hacer un café perfecto sin tener que recurrir a cápsulas, sobres o molidos previos.
Un buen café sólo necesita dos cosas
Sí, sólo necesitas agua y café, así que no hace falta decirte que con una buena agua y un buen café es casi imposible que la mezcla salga mal. Casi todas las aguas domiciliarias son aptas para un buen café pero si no quieres jugártela, apostar por un agua mineral baja en sales, será la aliada perfecta para tus mañana. El consejo extra es que mejor la lleves desde temperatura ambiente porque así las pocas sales que tenga estarán mejor disueltas.
Cuidado con el oxígeno
Tú lo necesitas para vivir pero tus granos de café se mueren poco a poco cada vez que algo de aire les entra. Así que para que no pierda frescura y sabor, lo mejor es guardar tus granos en un envase hermético. De esta manera aseguras que la oxidación no influya en su sabor en ningún momento, haciéndolos más duraderos.
La temperatura importa
Nada de calentar agua en el microondas y a ser posible, evita las viejas cafeteras de filtro. El problema es que necesitan llevar el agua a ebullición para que acabe subiendo, con lo que elevamos demasiado la temperatura del agua y provocando que ésta deteriore el café. Actualmente encontrarás cafeteras por goteo que te permiten dos cosas: la primera, controlar la densidad del café y la segunda, su temperatura, evitando así que literalmente nuestros cafés hiervan.
El equilibrio es posible
Agarrar práctica es fácil, sólo necesitas acostumbrarte a medir las cantidades que sirves. No necesitas llenar cada cuchara ni usar 150 gramos de café para cuatro tazas. Encuentra el punto correcto de café en el que más te guste y mide cada servicio. Para no complicarte a primera hora lo mejor es que encuentres una cuchara o medida que se adecúe a lo que buscas.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno
El café recalentado no es lo mismo y cómo ves, no lleva tanto tiempo hacer un buen café diario. Por eso te proponemos que no hagas cafés en abundancia para ir sobreviviendo con ellos a lo largo del día.
Eso sí, si no te fías del café del trabajo, será mejor que prepares un termo para que su sabor no te abandone, sobre todo si hay una cafetera comunitaria y más de una persona prepara el café.
N/R: Un barista es el profesional especializado en el café de alta calidad, que trabaja creando nuevas y diferentes bebidas basadas en él, usando varios tipos de leches, esencias y licores, entre otros. También es el responsable de la presentación de las bebidas y puede complementar su trabajo con arte del latte.