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Espectaculos

Los problemas de salud de Gisela Berger que ponen en riesgo su embarazo

La joven ex de Daniel Scioli casi no sale de su casa, a la que volvió, embarazada de tres meses, tras abandonar la casona de La Ñata, que compartían. Después de revelar que el ex gobernador "me pidió un aborto", su salud sufrió algunas descompensaciones.

28/05/2017

Un estallido detrás del otro. Un escándalo detrás del otro. Y una sorpresa detrás de la otra. La historia amorosa entre Gisela Berger y Daniel Scioli tiene todos esos condimentos. Y, quizá, algunos más… Hace más de un año, cuando se hizo pública la relación, propios y extraños hablaron del vínculo entre el ex candidato presidencial y la modelo cordobesa. Y hoy es uno de los nombres que más resuenan en los medios de comunicación, a consecuencia de conocerse unos chats entre el político y Sofía Clerici. Y luego, por sus contundentes declaraciones públicas contra el político, después de que él contó en televisión, en el programa de Jorge Rial, por América 24, que iba a ser padre a los 60 años. Por entonces, la bella rubia gozaba de poca popularidad. Si bien se había desempeñado como modelo de pasarela y gráficas, e incluso había probado suerte sobre las tablas en una temporada en Carlos Paz, poco y nada se sabía de ella.

Se fue conociendo que es oriunda de Alicia, una localidad de la provincia de Córdoba, en donde se crió rodeada de una familia arraigada a las costumbres campestres. Que con el correr de la juventud y con una belleza indiscutida que la fue acompañando, la futura mamá (está embarazada de tres meses y medio) resultó reina y ganadora de varios concursos de belleza y certámenes tradicionales en el interior del país. Y que eso fue lo que la hizo llegar al mundo del espectáculo, hace casi cinco años. Y un día decidió venir a probar suerte a Buenos Aires, se instaló en Capital Federal, dio sus primeros pasos como mannequin profesional, posó para varias revistas, fue invitada a diferentes eventos sociales y, a los seis meses de estar acá, conoció a su primer novio porteño, Diego, un conocido tatuador de la zona de Palermo. Y su perfil fue cada vez más bajo. Sólo cumplía con sus compromisos laborales y regresaba a su casa, donde apostó a la convivencia con el que era su novio. Hasta que la relación con él se terminó y ahí se la volvió a ver entre amigas. Sin embargo, siguió conservando su estilo de joven reservada. De hecho, la única amiga con todas las de la ley que tiene en el medio es Maypi Delgado, con quien conservan trato hasta el día de hoy. Y después el destino, las vueltas de la vida o como se lo quiera definir, hicieron que su camino y el de Scioli se encontraran. El vínculo amoroso entre ellos prosperó, disfrutaron de varios viajes sacándole provecho a la intimidad de la pareja, y Gisela se instaló en La Ñata, la casa de él. Y, desde entonces, no se separaron más hasta hace dos semanas.

Portazo y cuenta nueva. El domingo 7, Berger descubrió una serie de conversaciones y videos de alto contenido erótico que Sofía Clerici le enviaba a Scioli. Y después de una intensa discusión, ella se retiró de la casona de Daniel. Indignada y distanciada de su pareja, Berger hizo conocer la situación. Y a los pocos días, el vicepresidente en épocas de Néstor Kirchner al frente de la Casa Rosada se presentó en el programa de Jorge Rial, en las noches de América 24, donde compartió la noticia de que iba a ser papá, de que Gisela está embarazada.

 La rubia levantó más temperatura. Minutos después, su devolución, entrevistada por el portal web Ciudad, fue contundente e inesperada: “Sinceramente no puedo creer esto. Desde que pasó lo que pasó con Sofía Clerici, Daniel no me llamó más. Apenas me pidió perdón y obviamente trató de componer la situación y no tirar todo lo que habíamos construido hasta el momento. Yo no estaba enterada de que él iba a dar esa noticia. Pasaron tres meses sin poder contarle absolutamente a nadie del tema. Cuando se enteró de que estoy embarazada, su reacción fue: ´No, esto es una cagada, esto es una cagada. ¿No hay algo para hacer?'. Refiriéndose a un aborto. Por supuesto que estoy muy enojada. Está planteando la familia feliz cuando lo único que hizo hasta ahora… No, no, no entiendo. Te juro que estoy completamente sacada y nerviosa, con la panza dura. El otro día que pasó lo de Sofía me puse a llorar mientras manejaba y me podía haber pasado cualquier cosa. Tuvo cero cuidado, nada de sensibilidad, y ahora esto. Es una locura porque Daniel me pidió que no se lo diga a nadie y ahora él lo cuenta sin hablar conmigo. No me dijo nada y más allá de eso, él quería que me hiciera un aborto. Me rogaba que no dijera absolutamente nada”, detalló Berger. Al cierre de esta edición, Sofía está prácticamente recluida en la intimidad de su hogar. Sólo salió de su casa para hacer unas compras. Y el domingo sufrió una baja de presión, por lo que está pendiente del cuidado de su pancita.