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Dolor en la despedida de la joven asesinada en la estudiantina en Salta

"Dijo que iba al baño y él la acompañó; él volvió lleno de sangre; sin mi hermana y nadie dijo nada", relató la hermana de Cintia Tapia.

23/09/2017

"Siento mucho dolor e impotencia por cómo mataron a mi hermana. Ella no merecía que la maten así. Le destrozaron su cara. La recibimos vendada. Su cara estaba desfigurada. Con una piedra la golpearon", se lamentó Yanet Tapia, de 29 años, hermana de Cintia, la joven víctima del femicidio ocurrido en el camping El Préstamo, del dique Cabra Corral, la madrugada del jueves pasado.

"Dicen que no la violaron pero su cuerpo tiene rasguños en las caderas", agregó.

Por el asesinato permanece detenido Ramón Ángel Chocobar, de 23 años, y vecino de la joven, según informaron fuentes policiales.

Su domicilio está a tan solo tres cuadras de la casa de Cintia Tapia.

"Le dicen Ramoncito, también creo que lo apodan Gauchito Gil. Sé que en un festejo, tiempo atrás, en el cual estaban los dos él le pegó, la golpeó, pero no tenían una relación de noviazgo. Quizá tuvieron un vínculo de muy poco tiempo. No eran novios", contó.

Con relación a la fatídica madrugada del jueves, en la que ocurrió el hecho, la joven relató: "Según los testigos, mi hermana le dijo a sus amigos que se iba al baño y Chocobar dijo que la acompañaría. Se fueron. Pasó una hora y él volvió lleno se sangre y barro. Cuando sus amigos le preguntaron qué le había pasado, él respondió: "Tuve una pelea'. Nadie le preguntó ni se percató por mi hermana. Lo vieron llegar a él pero no a ella. Se olvidaron de mi hermana, que no volvió nunca más".

Al cierre de esta edición, la imputación de Chocobar, por homicidio calificado por femicidio, por alevosía y criminis causa, era inminente. El señalado registra antecedentes de delitos contra la propiedad.

El fiscal penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, explicó que el detenido fue encontrado por policías tratando de retirarse de la zona del camping con rumbo a Coronel Moldes y que se detectaron en sus prendas manchas de sangre que llamaron la atención, por lo que fue demorado.

Amigos de Cintia Tapia declararon que el sospechoso se encontraba en el lugar y que vieron cuando él se apartó del sitio detrás de joven.

Ramos Ossorio aguardaba los resultados de estudios complementarios solicitados para determinar si hubo abuso sexual. También ordenó otros estudios para determinar el consumo de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes, por parte de los involucrados.

Vulnerabilidad

Cintia Carmen Tapia tenía 25 años. Vivía en una humilde casilla de bloques y chapas en el barrio Unión, en la zona norte de la capital salteña. Tenía dos hijos: una niña y un niño. Subsistía como podía. Estaba incluida en el plan social Argentina Trabaja. Cobraba 4 mil pesos y trabajaba en una institución asignada. Sus hijos están actualmente al cuidado de su hermana Yanet Tapia. El padre de los chicos está de viaje por motivos laborales, según contaron familiares.

Cuando Cintia tenía cinco años, junto a sus tres hermanos, fueron extraídos del seno familiar y alojados en hogares de menores.

"Mi madre tenía epilepsia y retraso madurativo. Mi papá hacia changuitas. Ellos vendían tierra para que podamos sobrevivir. Se iban al cerro a juntarla y nos dejaban en casa. Alguien hizo una denuncia por esto y luego a Cintia y a mi nos llevaron al hogar Rosa Niño y a los más chicos al Hogar Cuna. Después de 13 años en hogares y con familias sustitutas volvimos a casa. Mi padre murió hace cuatro años de un paro cardíaco. Mi madre, quien cuidaba a los hijos de Cintia, falleció el año pasado por cáncer. Desde marzo de este año, yo tengo la guarda de los chicos, tras un acta que pedí", finalizó Yanet.

Ayer, familiares, amigos y vecinos despidieron los restos de Cintia, en su casa, en la manzana 382A, lote 5 del barrio Unión. La familia no podía afrontar los gastos del sepelio por lo que recibieron ayuda del Ministerio de Derechos Humanos.

"Era una piba humilde que amaba a sus hijos. No era militante como muchos dijeron. Era muy solidaria. El hombre que la asesinó no era su pareja. Queremos que se investigue, que se sepa la verdad. Por la forma en que la encontraron no es posible que haya tenido una relación consentida como escuché decir a ciertas personas. Ahora planeamos una nueva marcha en la plaza 9 de Julio", manifestó Lorena, una amiga de Cintia.

Otros amigos reunidos en el lugar, expresaron: "Él (por Chocobar) siempre la buscaba pero ella no le llevaba el apunte. Se conocían del barrio, porque tenían amigos en común y compartían a veces el mismo grupo".

"Era la primera vez que Cintia iba al dique, iba a conocerlo. Era una mamá joven que solo quería ir un rato a divertirse. Ahora necesitamos ayuda para los hijitos de ella que quedaron a cargo de sus tíos", culminaron los allegados a la joven.

Fuente: El Tribuno