Una excavación de rutina deparó una sorpresa a la capital germana. Una cuadrilla de obreros que trabajaba en la vereda misma de la casa de un comprovinciano viviendo en Berlín, dio con una enorme bomba enterrada desde hacía casi 70 años en el lugar.
Diario Panorama se comunicó con Leonardo Lospennato, un ingeniero santiagueño radicado desde hace 12 años en Alemania. Grande fue su sorpresa cuando numerosos policías y bomberos acordonaron la cuadra en la que vive. "Se trata de bombas que no explotaron durante los ataques aliados de la Segunda Guerra Mundial. Como la ciudad prácticamente se reconstruyó sobre las ruinas que quedaron, ahora es común que se topen con una de ellas cuando se hace alguna excavación", relató Lospennato. Cuenta que los obreros “estaban haciendo un cambio rutinario de cables subterráneos en mi cuadra, y hallaron uno de estos explosivos. Inmediatamente suspendieron el trabajo y dieron aviso a la policía. En un momento había más de una docena de vehículos en el lugar", explicó.
El enorme artefacto, de más de un metro de longitud, fue identificado por los peritos presentes en la escena como una bomba de 250 libras de fabricación británica, sólo una de los miles arrojadas por los aviones aliados que tomaron parte del ataque aéreo a Berlín allá por febrero de 1945. El reducido porcentaje de bombas que no explotó quedó como mudo testigo de aquellos terribles días.
El artefacto fue rápidamente desactivado en el lugar por un escuadrón de explosivos. "En algunas ocasiones no es posible desarmar la bomba debido al deterioro sufrido durante las décadas que pasaron", cuenta Leonardo. De hecho, hace unos pocos meses descubrieron una bomba aún más grande en las inmediaciones de lo que era el bunker de Adolf Hitler, en la hoy ultra-moderna zona de Potsdamer Platz. En esa ocasión se debió evacuar a toda persona en un radio de 200 metros, y proceder a la detonación controlada del artefacto.
"En esta ciudad uno se topa con la historia mientras camina por la vereda", cuenta Lospennato. "En el piso hay pequeñas placas de bronce, recordatorias de personalidades judías que habitaban en determinados edificios; hay carteles indicando los lugares en que vivieron figuras históricas, como Einstein, Mendelsohn, o Euler... y de vez en cuando también hay una antigua bomba de 100 kilos debajo de tus pies", concluyó.
El artefacto fue trasladado a una dependencia militar en la provincia de Brandenburg, en donde se procederá a su desensamblado final.