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El emotivo encuentro de Francisco y la mujer sudanesa

Meriam Ibrahim estuvo acompañada por su marido e hijos en la Casa de Santa Marta; según voceros del Vaticano, el papa mostró con esto "su solidaridad con los que sufren por practicar su fe".

24/07/2014

El papa Francisco se reunió esta mañana, durante media hora, con la cristiana sudanesa perseguida Meriam Ibrahim, que fue acompañada por su marido e hijos a la Casa de Santa Marta.

Ibrahim y su familia llegaron a Italia acompañadas del viceministro de Exteriores de dicho país, Lapo Pistelli, quien visitó a la mujer a principios de mes en Jartum. La mujer, su esposo de nacionalidad estadounidense y sus hijos estarán el país un par de días antes de viajar a Nueva York.

"Hoy es un día de celebración", afirmó el primer ministro italiano, Matteo Renzi, al recibir a la mujer de 27 años y su familia en el aeropuerto de Ciampino. El político socialista se había referido a los problemas de Ibrahim en su discurso de inauguración de la presidencia semestral italiana de la Unión Europea, el 2 de julio.

Tras el recibimiento, la familia fue llevada al Vaticano, donde se reunió con el papa durante media hora. Con este encuentro, Francisco quiso mostrar su "solidaridad con todos los que sufren por su fe y por practicarla", afirmó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.

Según relató Lombardi, el pontífice la recibió en una clima de "gran serenidad" y le agradeció "su testimonio de fe" y su "constancia". Además, agregó que ambos mantuvieron una "bella conversación".

En tanto, Meriam "agradeció por el apoyo" que tuvo de parte de la Iglesia Católica.

El encuentro se extendió por un total de media hora y representó, de acuerdo con lo expuesto por el vocero, una "señal de cercanía para todos aquellos que sufren con motivo de su fe y la práctica de ésta".

El caso. La mujer, que se casó con un cristiano, fue condenada a muerte en mayo por blasfemia y apostasía, tras haberse negado a renunciar al cristianismo. También fue condenada a cien latigazos por adulterio, ya que su matrimonio con Daniel Wani está considerado ilegal por la Sharia (ley islámica) por la que se rige Sudán.

Una corte de apelaciones anuló su sentencia a mediados de junio y dispuso su liberación. Pero después volvió a ser arrestada cuando se dirigía al aeropuerto para salir de Sudán, acusada de intentar salir del país con documentos falsos. Dos días después fue puesta en libertad y acogida en la embajada estdounidense de Jartum.