El ex secretario de los EE.UU. ante la OEA, advirtió que “la cúpula militar instalada en Venezuela en enero ya se está comportando como un régimen de facto determinado en preservar el poder a toda costa”.
Los militares venezolanos tienen armado un plan de emergencia ante la inestabilidad de la salud de Hugo Chávez, debilitado por un cáncer que le trae hace ya más de un año varias complicaciones, de acuerdo a lo publicado por el diario El Nuevo Herald.
El plan B esbozado podría decretar la suspensión de los derechos constitucionales en caso de manifestarse cualquier señal de agitación política, según indicó el ex secretario de los Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos, Roger Noriega.
Estos oficiales que se harían cargo del gobierno en caso de que el mandatario caribeño ya no pueda hacerlo fueron acusados por la Justicia norteamericana de tener vínculos con el narcotráfico.
“En mi estimación, la muerte inminente del caudillo podría colocar al país en el sendero del colapso social y político. La cúpula militar instalada por Chávez en enero ya se está comportando como un régimen de facto determinado en preservar el poder a toda costa”, afirmó Noriega.
“Estos hombres despiadados nunca entregarán el poder y la impunidad que este les garantiza, ellos no se hacen ilusiones de que las elecciones les conferirán legitimidad en un narcoestado venezolano, y prefieren confiar, en cambio, en los miles de millones de dólares en ganancias mal habidas y en las decenas de miles de soldados bajo su mando”, sostuvo el ex subsecretario de Asuntos hemisféricos del Departamento de Estado.
El alarma entre el círculo cercano a Chávez se habría disparado cuando el presidente se animó a mostrar su miedo a la muerte en una misa durante Semana Santa, en la que pidió a Dios que no se lo llevara dado que aún le queda mucho por hacer.
Al respecto de Diosdado Cabello, un operador político designado por Chávez para llevar las riendas de la Asamblea Nacional y el partido de gobierno -y para muchos su posible sucesor- Noriega indicó: “Su nombramiento estaba destinado a tranquilizar a un grupo poderoso de narcomilitares: el general Rangel Silva; el general Clíver Alcalá, jefe de inteligencia; el general retirado Hugo Carvajal y media docena de altos oficiales que han sido clasificados como capos de la droga por el gobierno de los Estados Unidos”.
Sobre el apoyo del régimen de los Castro al bolivariano, afirmó el diplomático: “De acuerdo con una fuente que está enterada de la situación en Cuba, Raúl ha aconsejado a Chávez que se prepare para pasar el poder a una junta revolucionaria. Pero los venezolanos que desconfían de los Castro están seguros de que esta junta estará formada en su mayoría por hombres leales a La Habana”.
Si bien desde el gobierno de Venezuela no se expresan respecto a la salud del presidente, los médicos y periodistas que tienen acceso a información oficial aseguran que la enfermedad creció mucho más de lo que el bolivariano admite, por lo que ya habría hecho metástasis en varios órganos vitales. De hecho, el doctor José Marquina advierte que “Chávez no vivirá más de siete u ocho meses”.