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¿El exceso de peso disminuye la fertilidad?

Distintos estudios científicos aseguraron que el sobrepeso incide en la salud reproductiva, tanto femenina como masculina.

05/02/2016

El sobrepeso es una pandemia en crecimiento y un serio problema de salud pública debido a los efectos negativos para la salud, pero que puede prevenirse.

Al ser una enfermedad sistémica, afecta a todas las células y tejidos del organismo, como así también a todos sus órganos, provocando o agravando, entre otras, muchas enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, trastornos de los lípidos, infarto), cerebrovasculares (enf. vascular, ACV), gastrointestinales (acidez, reflujo), articulares (osteoartrosis, gota) y diabetes tipo 2 y hasta favorece el desarrollo de algunos tipos de cáncer.

Diferentes estudios aseguran que, además, disminuye la fertilidad, tanto femenina como masculina. Por ejemplo, el trabajo "La influencia de la obesidad en la reproducción y el embarazo" publicado en la revista New England Journal of Medicine, concluyó que la obesidad incide en el ciclo menstrual y puede provocar irregularidades en la ovulación, lo que aumenta las complicaciones para conseguir el embarazo.

Además, está asociada con la calidad de los espermatozoides, porque favorece la presencia de parámetros alterados en el espermograma.

"Recientes estudios aportan evidencia también sobre un importante vínculo entre el exceso de peso (medido según el índice de masa corporal -IMC-), y una reducción de la fertilidad, tanto masculina como femenina. A mayor IMC menores serán las probabilidades de concebir", explicó Ester Polak de Fried, médica especialista en fertilidad y directora del departamento de Medicina Reproductiva del Centro Especializado en Reproducción (CER),

El IMC es un coeficiente que surge de dividir el peso (en kg) por la altura (en metros) al cuadrado. Un nivel de entre 25 y 29,9 estará indicando 'sobrepeso' y uno mayor a 30, obesidad.

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años lo sufrían y más de 600 millones eran obesos. Además, cifras del 2013, revelaron que más de 42 millones de niños menores de cinco años lo padecen.

Otra investigación, liderada por el doctor Zaher Merhi -miembro de la Asociación Americana para la Medicina Reproductiva- demostró que por cada aumento de cinco puntos de IMC en los hombres, se reducían en un 28% las chances de la concepción. En esta línea, el IMC es inversamente proporcional al volumen de la eyaculación.

"Estos estudios confirman lo que de alguna manera los médicos veíamos en la práctica. Se trata de un avance para el abordaje de la infertilidad, tanto femenina como masculina", dijo Polak, quien además es docente autorizada de Ginecología y Endocrinología Reproductiva de la Facultad de Medicina de la UBA.

Un trabajo sobre la salud de las mujeres en los Estados Unidos reveló que las adolescentes obesas presentan un riesgo entre tres y cuatro veces de no lograr el embarazo durante sus vidas, con respecto a las mujeres en peso. Y otra investigación, publicada en la revista Human Reproduction, concluyó que el incremento del índice de masa corporal (IMC) era directamente proporcional al riesgo de padecer subfertilidad, infertilidad y a enfrentar un tiempo mayor para lograr la concepción en caso de estar bajo tratamiento de reproducción asistida.

"El hecho de que una mujer obesa tenga una menor chance de lograr la concepción natural se adjudicaba regularmente a que presentaba alteraciones en la ovulación, pero se ha comprobado que aquellas con obesidad y ciclos ovulatorios normales también presentan una disminución significativa en sus chances de lograr un embarazo en forma espontánea", sostuvo Polak.

Para la especialista esta situación se debe a que la obesidad, además de producir trastornos ovulatorios, también tiene "consecuencias negativas sobre la calidad ovocitaria, sobre el desarrollo embrionario y el medio endometrial", efectos que a su vez "se multiplican cuando su pareja también es obesa".

En lo que respecta a los efectos del sobrepeso y la obesidad en la fertilidad masculina, también existen varios estudios que demostraron la presencia de alteraciones hormonales y efectos nocivos sobre los parámetros espermáticos.

"Todas estas evidencias corroboran la hipótesis de que el sobrepeso y la obesidad son condiciones que predisponen a presentar una marcada disminución de las chances de lograr un embarazo, tanto por causa masculina como femenina. Sin olvidar también que la obesidad suele ser responsable de aumentar el riesgo de abortos y de complicaciones obstétricas y de disminuir la tasa de recién nacidos vivos sanos", comentó Polak.

En los consultorios de fertilidad, los especialistas reconocen que es frecuente recibir a mujeres con problemas en la ovulación (anovuladoras) y con sobrepeso que presentan un cuadro de Síndrome de Ovario Poliquístico, que es una afección caracterizada por un desequilibrio en las hormonas sexuales que puede causar -entre otros trastornos- desde cambios en el ciclo menstrual hasta quistes en los ovarios y dificultad para obtener un embarazo.

"Afortunadamente, en estos casos, un adecuado tratamiento de las enfermedades metabólicas con fármacos que han demostrado ser efectivos, más la instrumentación de las medidas higiénico–dietéticas como adoptar una dieta equilibrada, baja en hidratos de carbono y grasas saturadas, y efectuar ejercicio físico regularmente, nos van a permitir controlar el síndrome metabólico, el sobrepeso u obesidad y, consecuentemente, el problema reproductivo, lo que permitirá lograr que un porcentaje elevado de pacientes alcancen el embarazo en forma espontánea", aseguró Polak, quien además es docente autorizada de Ginecología y Endocrinología Reproductiva de la Facultad de Medicina de la UBA.

"Pero tenemos que reconocer que hoy para la ciencia no caben dudas de que la obesidad puede disminuir o retrasar las chances de concepción natural, o directamente producir infertilidad por anovulación que al ser tratada dificulta el proceso de inducción, ya que estas pacientes suelen presentar resistencia a las medicaciones para la estimulación ovárica (gonadotrofinas)", finalizó.