La agresión a Lugüercio fue el desencadenante para que el Ministerio de Seguridad decidiera volver a prohibir la presencia de ambas parcialidades por lo que queda de 2015.
El domingo 20 de septiembre, un centenar de hinchas de Olimpo de Bahía Blanca se desplazó hasta Sarandí para presenciar el duelo entre su equipo y Arsenal, en lo que significó el regreso de los hinchas visitantes en el fútbol argentino. Apenas dos semanas después, la agresión por parte de la hinchada de Lanús hacia Lugüercio en Mar del Plata hizo que se diera marcha atrás en la decisión.
En el transcurso de esos 15 días, se jugaron, sin inconvenientes, otros tres partidos más con público de ambas parcialidaes: Tristán Suárez-Italiano, Estudiantes-Newell´s, Lanús-Independiente. Pero ayer, la paz se acabó y la agresión al jugador de Aldosivi por parte de los hinchas visitantes dejó en evidencia que nada había cambiado.
A raíz de esto, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires decidió retractarse en su postura y tomó la decisión de no permitir más público visitante en lo que resta de 2015. Apenas 15 días y cinco partidos bastaron para desnudar las falencias de un plan que, hasta el momento, no surtió efecto.