Según el Centro de Estudios Regionales e Internacionales de Buenos Aires, se señala la importancia de reconocer el estado actual del Brasil, como en su momento esa consultora lo hizo con Paraguay y otros actores, porque su injerencia y los alcances geopolíticos que los sucesos tienen en ese país impactan extra regionalmente. En su último informe, el Centro desmenuza los alcances de la crisis económica mundial, la situación de los Estados Unidos y Europa; y su contrapartida, el poder del mercado asiático, con China a la cabeza y la conformación del Grupo BRIC (Brasil-Rusia-India-China).
A pesar de haber buenas relaciones diplomáticas y acuerdos firmados, existirían geopolíticas encontradas entre uno de los mayores países de Sudamérica, Brasil, y los Estados Unidos; atrás de esto, un supuesto golpe de estado “institucional” en Paraguay y la separación de un presidente democrático. Como no podíamos faltar, la participación secundaria de la Argentina en toda esta historia. ¿Por qué tanta reacción de parte de Brasil ante el supuesto golpe de estado del Congreso Paraguayo? ¿Cuál es la verdad de la participación de los brasiguayos y su intervención política y diplomática? ¿Cómo se encuentra la relación comercial Brasil-China, la participación de Brasil en el BRIC y la importancia geoestratégica de la ruta al Pacífico?
Los primeros contactos entre Brasil y China fueron a final del Siglo XIX. El gobierno brasilero de entonces pretendió traer mano de obra china para atender la demanda de trabajo, principalmente en la actividad cafetera. Sin embargo, ese proyecto de inmigración china no se concretó, pues hubo un rechazo por parte del gobierno chino. Entonces llegaron a Brasil inmigrantes europeos (mayormente italianos e españoles) y japoneses. Desde el año 2009, China es el mayor importador de productos brasileros cuando desplazo a los EUU, absorbiendo el 15,2 % del total exportado por Brasil.
Entre los años 2000 al 2010, las relaciones comerciales Brasil-China tuvieron un crecimiento superior al aumento del comercio entre Brasil y el mundo. Las exportaciones a China se elevaron de U$S 1.100.000.000 (2% del total de las exportaciones del Brasil) a U$S 30.800.000.000 (15% del total). Mientras que las importaciones brasileras provenientes de China crecieron de U$S 1.200.000.000 (2% del total) a U$S 25.600.000.000 (14% del total). A lo largo de ese período, el saldo fue positivo para Brasil en seis años.
La concentración de las exportaciones brasileras de productos básicos, y pese a tener superávit en su balanza comercial, corre el riesgo de estancarse a mediano y largo plazo como gran exportador de commodities. Brasil sabe que “…lo más importante es vender el producto terminado y trabaja para lograrlo”. El país debería usar la inversión china para potenciar la infraestructura y agregar valor a la producción para los agros negocios, de minería, acero y petróleo. Para la manufactura (automóviles, electrónica, motocicletas y equipamientos) es necesario requerir un mayor contenido local en la producción de piezas. La inversión directa extranjera China puede significar el aporte de capital y tecnología en infraestructura (ayudando en la viabilización de los grandes proyectos de infraestructura económica y social del Programa de Aceleración del Crecimiento, de la Copa del Mundo de 2014 y de las Olimpíadas del 2016) de siderurgia, de la cadena del petróleo y de la minería.
Es preciso también ampliar las empresas brasileras en territorio chino. Los desafíos están en disminuir las asimetrías en las políticas de atracción de inversiones directas de esos países, reflejados en sus cuadros regulatorios. Una serie de comunicados presentó un estudio sobre las relaciones bilaterales de comercio e inversiones del Brasil con otros países del BRICS, entre ellas la primera investigación de la serie, titulada “Internacionalización de las empresas chinas: las prioridades de inversión directa china en el mundo”. Éstos están disponibles en el www.ipea.gov.br.
En el mercado financiero, Brasil está considerado un “derivado” de China. Los derivativos son contratos cuyos precios dependen de la captación de otro activo. “La performance del mercado brasilero está muy ligada a China. Brasil tiene la responsabilidad y el enlace de esa relación, indicó Ricardo Lacerda, presidente de la firma “BR Partners”, una de las principales empresas de fusiones y adquisiciones del país. Si la crisis en los EE.UU. y en Europa afectara a China, Brasil estaría muy castigado. La percepción de los inversores viene de la dependencia del país con relación al gigante asiático luego de la quiebra de la empresa “Lehman Brothers” en el año 2008. El apetito chino garantizó el incremento de los commodities en medio de la recesión global, reduciendo la vulnerabilidad externa brasilera.
En los últimos doce meses hasta junio, Brasil tuvo un déficit en la cuenta corriente (incluye todas las transacciones con el exterior) de U$S 49.000.000.000, o sea el 2% del Producto Bruto Interno (PIB).La Fundación Centro de Estudios del Comercio Exterior (FUNCEX) dio a conocer un comunicado que indica que sin el efecto China -el alza de las “commodities”- el superávit comercial se transformaría en déficit y el saldo negativo de la cuenta corriente llegaría a los U$S 89.000.000.000, o sea el 4% del PIB.
Es por eso que la economía china está en el radar del gobierno. Según una fuente del Ministerio de Hacienda, Brasil tiene un mercado interno robusto, lo que limita el contagio externo, pero la situación asiática es seguida con lupa.
Para clarificar más el tema, el secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Nelson Barbosa dijo que “China es un punto más crucial, porque afectaría la economía real inmediatamente”. En los últimos tres años, China se consolidó como el mayor socio comercial y anunció inversiones millonarias en el país. Para lograr la fortaleza de la moneda brasilera, la industria compra más insumos en China. Mientras en 2008, China absorbía el 6,7% de las ventas externas del país. En el primer semestre de este año (2012), representó el 17%.
Mónica de Boille, socia directora de la empresa “Galanto Consultora” dijo que “la demanda de los países ricos cayó. Otro dato importante es que en 2008 la empresa minera “Vale” vendía el 28% de su mineral de hierro a China. En el segundo trimestre de este año, destinó a los chinos el 41,9% del total. El apetito chino regula los precios de las “commodities”, que representan casi el 70% de lo que Brasil vende en el exterior, conforme al cálculo de la “Red Agro”. El incremento de las “commodities” post 2008 proporcionó términos de cambio records para Brasil, variable que compara precios de productos exportados e importados.
Los especialistas esperan una desaceleración gradual de China y el mantenimiento de la demanda fuerte por “commodities”. Pero, si la situación empeora, el efecto para Brasil sería en catarata: con los “commodities en parálisis, menos exportación, más déficit en cuenta corriente y una parálisis del real e inflación. (algo parecido a lo que ocurre en nuestro país).