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La comunidad del Colegio Belén celebra el proceso de Beatificación de su Fundadora

Se une al regocijo por el avance en el proceso de Beatificación de Madre Catalina de María Rodríguez.

06/12/2012

En la capilla del Seminario Mayor de Tucumán se celebró, el martes 27 de noviembre pasado, la clausura de la fase diocesana del proceso de beatificación abierto en el arzobispado de Tucumán el 16 de agosto, con miras de la canonización de la venerable Catalina de María Rodríguez, fundadora de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Esclavas Argentinas).

El acto estuvo presidido por el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Horacio Zecca, a quien acompañaban el arzobispo emérito de Tucumán, monseñor Luis Héctor Villalba, y el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, delegado de la Conferencia Episcopal Argentina para las causas de los santos.

Participaron de la ceremonia los miembros del Tribunal Eclesiástico que llevaron a cabo el proceso diocesano; el delegado episcopal, padre Dante Eduardo Simón SDB; el promotor de justicia, presbítero Fernando Rodríguez; el médico perito, hermano José Molina SJ y los notarios María Elena Cruz Prats, Cecilia Campos, Raquel Claro Pardo y Fabián Sánchez. También estuvieron presentes las Hermanas Esclavas, sacerdotes y laicos, miembros de las distintas comunidades pastorales de Tucumán, Salta, Santiago del Estero y La Rioja.

El acto comenzó con la presentación de la vicepostuladora del presunto milagro, hermana Emma Elena Paulinelli (la postuladora, que siempre está en Roma, es Silvia Corriale), quien expresó que en este Año de la Fe, año de gracia, el apóstol Pablo en su carta a los Romanos nos invita a tener presente que la fe no sólo se debe celebrar sino que entraña un compromiso de vida, es necesario encarnarla en la realidad cotidiana. Describió a la Madre Catalina como una mujer de su tiempo, afincada en la realidad que le tocó vivir. Desde su juventud animada por la espiritualidad ignaciana en su ser y hacer buscó siempre discernir la voluntad de Dios y trabajar por su gloria. Cuando descubre la voluntad de Dios no hay nada que la eche hacia atrás. Catalina de María fue la mujer de la esperanza, trabajó por la promoción de la mujer. Por último destacó que como fundadora del Instituto el amor y la reparación son el carisma de la misión que las lleva a ser contemplativas en la acción.

El padre Dante Simón con breves palabras explicó que desde el 16 de agosto hasta el 27 de noviembre el Tribunal recogió las pruebas y pidió las pericias correspondientes, como ordenan las normas canónicas. "Habiendo considerado suficientemente instruido, se ha decidido concluir el proceso diocesano para ser trasladado de oficio a la Congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede. Esta congregación romana lo estudiará y, si se da el caso, lo remitirá al Santo Padre para que lo apruebe y decida la beatificación".

Acto seguido, llegó el momento más esperado: el promotor de justicia, dio lectura a las actas protocolares y se prepararon las cajas con las dos copias del Trasunto. Son dos cajas de cartón, cada una con un juego de pruebas (testimonios de los testigos entrevistados, fotocopias de estudios médicos y toda la documentación que acredita que no hay explicación científica para la curación). Una contiene los originales, que se guardan en el archivo secreto del arzobispado y otra, las copias autenticadas. Son 275 folios tipo A4.

Luego, el promotor de Justicia, presbítero Fernando Rodríguez, selló con lacre la caja que llevará toda la documentación y que está envuelta en cinta celeste y blanca. Su destino es la Santa Sede, y el portador de tan valioso cargamento es el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera.

La caja llegará a la Congregación para las Causas de los Santos para su estudio minucioso, y si todo está bien, se aprueba y se hace un decreto sobre su validez jurídica. Se hace un relato (positio) de todo lo acontecido. Todo este cuerpo pasa para su estudio a dos médicos, que por separado emiten su voto. Si es favorable, la causa pasa a una comisión de médicos que la vuelven a analizar y votan. Si pasa esta prueba, llega a la comisión de teólogos, que lo estudian desde el punto de vista dogmático. Si logra pasar este límite, llega a la comisión de cardenales y recién luego de ésta llega a manos de Su Santidad. Solo cuando el Papa lo aprueba deja de ser presunto y se declara el milagro.

Al clausurar el acto y antes de dar la bendición final, monseñor Zecca invitó a todos los presentes a continuar rezando por la pronta beatificación de Madre Catalina.+

Fue esposa, viuda y luego se vistió con el hábito
Josefa Saturnina Rodríguez -luego Madre Catalina de María- nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823. Cuando tenía tres años perdió a su madre y a los 9 la de su padre. Estos hechos fueron determinantes en su vida, ya que su educación quedó a cargo de sus tías Luisa e Ignacia Orduña, de profunda fe religiosa.

Su vocación despertó alrededor de 1840. Pero no pudo cumplir con su vocación debido a palabras de su confesor que inciden en su pensamiento; la impulsaba a contraer matrimonio con el coronel Manuel Antonio de Zavalía, viudo, padre de dos niños. En los trece años que duró su matrimonio fue modelo de casada y madre. Así, cuando en 1865 se produjo la muerte de su esposo, quedó libre para concretar su primera vocación, que se despertó con mayor vehemencia.

Pero para llegar a este sueño dorado, pasaron siete largos años llenos de obstáculos y luchas que impedían su realización. Finalmente cumplió ese sueño, el de fundar una Congregación. Y así, el 29 de septiembre de 1872 fundó la congregación de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, dedicadas a la educación y promoción de la mujer y atención de casas de ejercicios espirituales.

En 1877, invitada por el Cura Brochero, se instaló en Villa del Tránsito (Córdoba). Sus ojos se cerraron el 5 de abril de 1896, en el atardecer de un domingo de Pascua.