Luego de las polémicas declaraciones de Ledesma, los jugadores se encerraron en el vestuario durante casi una hora.
El vestuario de Boca arde. Después de la polémica conferencia de prensa de Pablo Ledesma dando a entender que Agustín Orion había hablado por atrás de sus compañeros criticando el trabajo de Carlos Bianchi, llegó la inmediata repercusión. Porque el arquero volvió al país después de jugar con la Selección argentina en Rumania y bancó la parada.
Hubo una reunión muy extensa en el vestuario que duró más de una hora y que retrasó el comienzo de la práctica. En ella, por lo que se filtró, existieron fuertes cruces entre los integrantes del plantel y careos permanentes sobre las filtraciones. El 1, que previamente se había reunido con Juan Román Riquelme a solas, salió muy enojado. Es más, se dice que -sin especular- se le habría ido al humo al mencionado Ledesma, quien luego no participó del entrenamiento por su desgarro. El cabaret está nuevamente instalado como en las peores épocas. Justo en el momento que Boca menos lo necesitaba. Para colmo de males, la barra se acercó a Casa Amarilla con la intención de hablar con el plantel, que, paralelamente anunció que se presentará completo, en conferencia, para aclarar la situación. ¿Cómo continuará esta historia? ¿Habrá intervención dirigencial? Daniel Angelici también quiere una charla con el grupo. La novela recién comienza...
Fuente: Olé