A que se debe su formación y por qué cae a veces sin necesidad de que llueva.
El granizo se produce cuando ocurren tormentas muy intensas, y siempre en nubes de tipo cumulonimbus.
En su interior, gotas de agua muy frías pasan por varios grados de temperatura y humedad, y en su interior se van acumulando diferentes tipos de hielo a medida que la gota va circulando a lo largo de la nube, tal como una cebolla con sus capas. En cuanto al hielo, éste se congela y se derrite según cambia la temperatura de la nube.
El proceso en conjunto va formando esferas de hielo que se mantienen en un estado intermedio, entre sólido y líquido, pero que en determinado momento se transforman en granizo.
Al formarse el granizo helado y éste ser muy pesado, llega un momento en el que la nube ya no soporta el peso y cada formación se precipita al vacío, sin necesidad de que esté lloviendo.
Hay diferentes tamaños de bolas de granizo. Algunas son pequeñas y se mueven en la nube, sometiéndose a diversas condiciones de temperatura que añaden nuevas capas de hielo a la misma. Otras, más grandes, pueden medir varios centímetros de diámetro y son las primeras en caer.
Las precipitaciones de granizo tienen una rica historia. El 30 de abril de 1888 ocurrió el peor desastre causado por una granizada y fue en la ciudad india de Moradabad, donde la lluvia de piedras de hielo causó la muerte de 246 personas, ya sea en el acto o bien por las heridas sufridas. En la localidad de Viale, Argentina, el 7 de septiembre del 2010 cayó la bola de granizo más grande registrada, con 4.4 kilos y un perímetro de 53 centímetros.
Fuente: ojocientifico.com