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Revista

13 trucos para cortar las cebollas sin llorar

Muchos sabemos lo incómodo que es esa sensación de picor que se produce en los ojos cuando tenemos que cortar cebolla mientras estamos en la cocina.

10/02/2015

La mayoría de personas acabamos lagrimeando más de la cuenta al pelar y cortar las cebollas, a tal punto que si alguien entra y nos ve así puede pensar que estamos pasando un mal momento emocional.

Lo cierto es que es una sensación realmente molesta, que aunque no se trata un estado emocional, sí nos hace lagrimear mucho y nos puede causar cierto desespero.

¿Por qué cortar las cebollas nos hace lagrimear?

Cuando cortamos la cebolla ésta desprende una sustancia llamada alinasa, que es la que produce emisión de una molécula irritante llamada syn-propanotial-S-óxido o propanotial, causante de la irritación ocular y el lagrimeo. Esta molécula es un aceite esencial sulfurado, que se capta fácilmente por la nariz e irrita las mucosas nasales. Al respirar el propanotial, su acción irritante nos produce ese molesto lagrimeo y ardor en los ojos, que en ocasiones es tan molesto que nos toca salir de la cocina para recuperarnos.

Como sabemos qué formas parte de ese gran porcentaje de personas que lloran cuando tienen que manipular cebolla, hoy te queremos compartir los mejores trucos para que aprendas a cortar tus cebollas sin soltar ni una sola lagrima. Estos trucos se basan en evitar o reducir la emisión de la sustancia volátil, al mismo tiempo que se logra minimizar sus efectos.


El primer truco recomendado consiste en frotar la tabla de picar con un trozo de limón antes de ponerte a picar la cebolla. Posteriormente podrás picar tranquilamente y evitarás molestias en tus ojos. De paso este truco te puede servir para evitar que penetren los olores fuertes de la cebolla en tu tabla.

Si estás pensando en cortar cebolla mientras haces tus recetas, procura poner el cuchillo en el congelador unos 15 minutos antes de empezar a cortar y utiliza el cuchillo bien frío.
Asegúrate de tener un buen cuchillo para cortar tus cebollas, que sea de hoja lisa y bien afilada.
Un excelente truco que nos ha dado resultados es cortar la cebolla con la campana extractora de humos encendida.

Otra buena opción es picar la cebolla en un sitio con corriente de aire, ya que de esta forma sacamos los ácidos que se liberan al picar la cebolla, que son los causantes del lagrimeo.

Una buena opción es introducir la cebolla en el congelador por lo menos una hora antes de cortarla. Si la cebolla está bien fría esto puede ser bastante útil para prevenir ese molesto lagrimeo y ardor.
A medida que cortes la cebolla introduce el cuchillo en agua fría o vinagre varias veces. Es un truco bastante simple aunque solo logra reducir un poco el lagrimeo.

Asegúrate de utilizar un buen cuchillo para cortar las cebollas, pues los cuchillos de dientes hacen que en cada corte se liberen más enzimas causantes del ardor y lagrimeo, y además hacen que tardemos más.

El agua nos puede ayudar a disipar el gas que libera la cebolla cuando la cortamos, que es el que nos causa el ardor y el lagrimeo. Para esto lo mejor es llenar un recipiente con agua y ponerlo cerca del lugar en que vas a cortar tus cebollas.

Coloca agua hirviendo cerca del lugar en donde vas a cortar las cebollas para que el vapor disipe los gases de la cebolla mientras la cortas.

Aunque te pueda parecer gracioso, puedes utilizar lentes de sol o de buceo mientras cortas la cebolla. Este truco evitará las molestas sensaciones de ardor y lagrimeo y podrás cortar tus cebollas sin problemas. De hecho, en el mercado también hay gafas diseñadas para cortar cebolla, el precio ronda por 20 euros.

Otro truco que te puede funcionar es cortar inicialmente la cebolla en trozos grandes y posteriormente ponerla a remojar en agua hirviendo unos minutos antes de cortarla finamente.

Si ninguno de estos trucos te funciona, puedes considerar sustituir las cebollas normales por cebollas verdes o cebollinos, aunque no le darán el mismo sabor a tus comidas.