Si hoy fuese juzgado y condenado por la muerte del oficial Cristian Carrizo, al oficial Franco Albornoz invariablemente lo espera la prisión perpetua.
Esa posibilidad sobrevino el lunes, luego que el juez Ramón Tarchini Saavedra agravara la imputación enrostrada, llevándola de “homicidio simple”, a “homicidio calificado agravado por su condición de funcionario policial”.
Vale recordar que Carrizo dejó de existir el 3 de febrero pasado, minutos después de recibir un disparo de arma de fuego, mientras permanecía con Albornoz en la Seccional Segunda.
Lo que ocurrió dentro de la comisaría, implica un dilema que desvela a Tarchini Saavedra y a la fiscal Érika Leguizamón.
El protagonista detenido dejó trascender que se trató de un terrible accidente, pero la Justicia activó toda su estructura y afectó a forenses, psicólogos y expertos de Gendarmería Nacional.
Éstos tendrán que develar si se trató de un desafortunado accidente, o bien obraron factores “extras”, sostenidos especialmente en la negligencia del funcionario Albornoz.
Desde entonces, éste permanece detenido en un centro de salud; está medicado y aún se ignora la fecha de indagatoria.
Mientras tanto, el juez este martes saldría de licencia y se reintegraría a la causa la semana próxima, especulándose que hasta tanto ello ocurra, difícilmente Albornoz declarará lo ocurrido aquella fatídica mañana.
Antes, el magistrado habría requerido una batería de medidas, las cuales deberán cumplimentarse hasta su vuelta.
En forma simultánea, se sabe que el magistrado espera el informe de la autopsia, a cargo de los forenses del Poder Judicial.
Días atrás, juez y expertos se reunieron en los tribunales y coordinaron los detalles del trabajo en que sustentarán las conclusiones de la autopsia.
Ésta será elevada también a Gendarmería Nacional, a cargo de las pericias motorizadas dentro de la comisaría.
"La trayectoria de la bala" asoma vital para el proceso; lo deslizaron los expertos y lo confirmó el magistrado.
Ergo, también la autopsia será decisiva para los gendarmes, quienes deben investigar cómo habría sido la antesala a la tragedia.
La investigación es amplia. Es edificada también en la versión de tres compañeros de trabajo que se encontraban a metros de Albornoz y Carrizo.
El trío ya habría declarado dentro de la investigación que timonea Jefatura, pero resta que lo hagan en el proceso penal, a cargo de Tarchini Saavedra.
Los funcionarios escucharon el diálogo entre los dos protagonistas; las bromas sobre fútbol y el instante del disparo mortal.
Sus relatos también abonarán la historia, sobre la cual el magistrado debe resolver en mediano plazo.