Sus curvas siempre dieron que hablar. Pero ella ahora elige el bajo perfil. Y, en esta nueva etapa, se decidió por los libros.
Pese a tener una vida armada, con planes de casamiento y deseos de tener hijos en un corto plazo, Pamela Sosa apuesta a más. “Cuando menos lo esperaba, Pipo llegó a mi vida para hacerme sonreír. No lo busqué, no lo planée, y él llena mi realidad de paz y felicidad. ¡Lo amo con toda mi alma! Mi único propósito es hacerlo feliz. Verlo entre sonrisas me llena el alma. No me alcanzan las palabras para explicar lo que cambió mi vida y cuánto lo necesitaba. Volvimos más enamorados. Le tuve un poco de miedo a la convivencia, porque eran unas vacaciones de muchos días, pero esto nos impulsó a querer convivir siempre. Es el hombre que me hizo conocer realmente el amor. Es una persona que me ama de verdad y me cambió”, dijo.
Ahora, la morocha decidió retomar los estudios y comenzó el año quemándose las pestañas, con lugar únicamente para los libros. ¡Bien lejos de los escándalos! Había comenzado la carrera de psicología apenas terminó el secundario, pero por diversas cuestiones debió abandonarla. Ahora decidió retomar los estudios y está cursando tercer año en la facultad privada UdeMM. La llegada de la sensual morocha a la facu es todo un acontecimiento. Al pasar, con su cuerpo tallado y a paso firme, hace que los demás alumnos dejen por un momento lo que están haciendo para darse vuelta a mirarla. ¡Para analizar!
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