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Tras superar el cáncer, Natalie Weber se mostró muy hot en una producción

La modelo, empresaria y esposa del futbolista Mauro Zárate vuelve a lucir toda su belleza tras superar un difícil momento de salud.

01/04/2017

La historia de amor de Natalie Weber (30) y Mauro Zárate (30) pasó por todos los estados. Y se fortaleció en la adversidad. La relación con el actual delantero del Watford de Inglaterra comenzó a principios de 2010, cuando el fubolista (por ese entonces en la Lazio de Italia) quedó deslumbrado por la vedette y le propuso nada menos que dejar su carrera para instalarse junto a él en Roma. Al año siguiente vendría el casamiento y el nacimiento de Mía (5), y más tarde la llegada de Rocco (1 año y medio). Pero la felicidad le sería esquiva en 2016, cuando perdió un embarazo y luego le detectaran un cáncer de mama, que venció con gran valentía y del que se recupera favorablemente. 

Siempre dispuesta a salir a ganar, como lo hace Mauro cada fin de semana en cualquier estadio, Natalie dio vuelta la página y volvió a mostrarse como la diosa que siempre fue. Por eso esta producción de fotos en la que luce toda su belleza. "Cuando empezamos a salir con Mauro, no nos conocíamos y de verdad que dejé todo por amor. Pero yo sentía que tenía que demostrarle quién era, y él a mí. Encima él es bastante celoso. Ahora, a Mauro no le molesta que trabaje, pero después de ocho años en pareja. Hoy en día no me considero botinera, sino que tengo mi empresa de ropa y mi línea de cremas corporales". 



-¿Cómo se readaptaron a la vida en Buenos Aires? 

-Tenemos nuestra casa acá, así que el cambio no fue tan drástico. Vinimos a Buenos Aires porque Mauro se rompió los ligamentos cruzados y anteriores hace un mes, cuando jugó contra el West Ham United. Yo estaba ese día en la cancha, lo vi tirado en el piso del dolor y él no es de los que exageran. Me llamó la atención, pero con mucho dolor siguió jugando, aunque a los 20 minutos se le fue la rodilla de lugar sola. Va a estar en recuperación durante seis meses, recién va a volver a jugar en septiembre. Pero bueno, la rutina tampoco cambia tanto, porque él se solía ir a la mañana temprano para entrenarse, pero al mediodía volvía a casa y estábamos todo el día juntos. Así que sigue todo más o menos igual. Yo acá estoy encargándome de todo, porque mientras él se queda en la casa, sigo con mi marca de ropa y mis cremas. Salgo temprano a llevar a la nena al jardín y la voy a buscar. No nos cambió mucho. 



-¿Ya decidieron en qué país y con qué idioma les gustaría que estudien sus hijos? 

-Es algo que hablamos mucho con Mauro, porque en los últimos años nos mudamos bastantes veces. No era un tema que antes nos preocupara, porque Mía iba a jardín, pero ahora va a preescolar. A partir del año que viene veremos qué hacer. Porque por ejemplo, Mauro se operó en Barcelona y nos vinimos a hacer la rehabilitación acá, pero si Mía estuviera en primer grado, la rehabilitación la tendría que hacer en Inglaterra y nos tendríamos que quedar hasta mitad de junio, hasta que ella termine el colegio. Mía vivió hasta el año y medio en Italia, un año en Argentina cuando Mauro volvió a Vélez, después nos fuimos otro año y medio a Inglaterra, después otro año a Italia... Así que Mía entiende muy bien el inglés, el italiano y el castellano. A mí me gustaría que ella vaya a un colegio inglés, porque el inglés es el idioma universal. Donde sea que estemos, me gustaría que siga aprendiendo bien el inglés porque es una herramienta más para el futuro. 

-¿Cómo seguís con la recuperación de tu enfermedad? 

-Por suerte no tengo que tomar la pastilla que generalmente se toma después de tener cáncer de mama. Bastó con una cuadrantectomía y rayos. La biopsia me dio hormonalmente negativo, así no hacía falta según mi médico. Mi cáncer fue in situ, no del tipo invasivo que se propaga por el cuerpo, se quedó en la lola. Tampoco necesité quimioterapia, no me hicieron mastectomía ni me sacaron las prótesis mamarias, por supuesto. En su momento, el médico me dijo que el tumor tenía cuatro centímetros y que debía tenerlo desde hacía unos cuatro años. Me dijeron que pudo haber sido provocado por un pico de estrés o de angustia, porque eso hace que bajen mucho las defensas… Había perdido un embarazo unos meses antes de que me lo descubrieran. 

-¿Qué te dicen los médicos? ¿Ya estás curada? 

-Yo estoy bien. Sigo con controles. Terminé con la radioterapia el 28 de noviembre y el médico me dijo que vuelva a verlo a fines de marzo o principios de abril, porque eso inflama la zona. Necesitaba que pase un tiempo para hacerme una mamografía y que pueda verme bien. La verdad es que cuando estaba con el tratamiento, me sentía más tranquila. Pero como que decía: “¿No hago más nada con lo que tuve?”. Entonces, la cabeza me iba a mil, ya de por sí sufro de taquicardia y tenía que tomar la pastilla para regularlo. Psicológicamente me afectó mucho. Hay días que estoy bien y tengo días que de la nada me pongo a llorar por miedo de que me vuelva y me muera. 

-¿Vas al psicólogo? 

-Estoy con tratamiento psicológico, pero lo hago de toda la vida. Cuando estamos en el exterior, hago la sesión con mi psicóloga por Facetime. Obvio que se intensificó con todo esto. Consulté en su momento a un psiquiatra, me recomendó que tome un antidepresivo, pero yo decidí que no. 

-¿Cómo hacés para mantener el ánimo y tu lomazo? 

-Es que nunca dejé de entrenar. Hago electrodos tres veces por semana y zumba otras tres veces. Por momentos estaba desganada, pero tampoco quería verme cada vez peor en el espejo, sentía que eso me iba a deprimir todavía más. Tomé la actitud de salir todos los días con mis nenes, mis amigas, me entrenaba. 



-Después de lo que te pasó, ¿cambió tu relación con Mauro? 

-Él siempre me va a decir que estoy divina. Fue todo lo contrario. Al principio, cuando me detectaron el cáncer, le dije al médico que quería que me saque todo, que no me importaba. Pero me dijo que eso iba a afectar a la intimidad de la pareja, que me iba a hacer mal mirarme al espejo y verme sin un pecho. Ahora, la verdad es que no se nota nada. Igual, siempre quise volver a operarme porque ya tuve dos hijos. 

-En el último tiempo también te enfrentaste a una chica que acusó a Mauro de haberte sido infiel con ella, pero vos lo defendiste. ¿Confiás ciegamente en él? 

-No. Hay una realidad, yo no pongo las manos en el fuego por nadie. Pero conozco muy bien el medio. Hay constantemente chicas que salen a inventar. Pero considero que si me tengo que enterar o no de algo, no me voy a enterar por la televisión. También considero que la persona que tengo al lado es inteligente y si me mete los cuernos y me entero por televisión, es porque el pibe es muy boludo. Pero no considero que Mauro sea un "pibe boludo". Creo que chicas va a haber siempre y que el futbolista está de moda, y que siempre lo que se diga de un jugador va a generar polémica y las chicas son vivas. Tengo en claro que nadie va a venir a tirar mi familia al tacho de basura. 



-¿Perdonaste infidelidades? 

-No. A ver. De la muerte y de los cuernos no se salva nadie. De la muerte zafé, de los cuernos, no sé. A menos que me haya enterado, no fui cornuda (risas). 

-¿Serías capaz de perdonar una infidelidad? 

-Tengo que estar en la situación, no me pasó. Tengo que tener las pruebas irrefutables a la vista y no sabría que hacer. Pero por mi temperamento y carácter, creo que no podría. Me costaría demasiado, pero no sé. 



-Como mujer de un futbolista de elite, ¿pensás que está bien que no convoquen a Mauro Icardi por la supuesta traición a Maxi López con Wanda Nara? 

-No tengo mucha idea de fútbol, pero por lo que escucho, se dice que la vida personal de un futbolista influye a la hora de una convocatoria. Yo pienso que no tiene nada que ver, que lo que tiene que importar es cómo se desenvuelva en la cancha, no su vida privada. De hecho, en Europa no influyó porque Icardi es el capitán del Inter. A ellos no les importó lo que Icardi le hizo a Maxi con Wanda, y para mí está bien. Si Icardi no para de hacer goles, no veo por qué no lo llevan a la Selección.

Fuente: Ciudad.com