A pesar de que se mantiene al ciudadano colombiano como principal sospechoso, por ende único detenido, la Justicia tendría en la mira otros datos precisos en la causa.
En la jornada del viernes, se dieron nuevos pasos para esclarecer el crimen de la joven madre, Teresa Lovato en el paraje Toro Pozo, a pocos kilómetros de Los Telares, departamento Salavina.
Los lugares allanados fueron una cantera, dos tabiques y dos viviendas.
Los investigadores indagarían en posibles escondites para una camioneta, estacionada a metros (el viernes) de la casa de Teresa. Ello deja entrever que el detenido colombiano pasó a un segundo plano y ahora se fortalecen nuevas líneas.
Éstas, sitúan las sospechas en el entorno de amigos, uno de los cuales habría sido visto en la camioneta previo al crimen.
Como la unidad literalmente desapareció, la policía indaga en el porqué.
Ausencia sugestiva
En ese cometido, ayer se allanaron una cantera, dos tabiques y dos viviendas.
Estas últimas serían propiedad de cercanos a la joven madre, de 19 años, ultimada de 18 puñaladas.
Dentro de la compleja investigación, la fiscal Aída Farrán Serlé anunció el envío de material genético para ser analizados por expertos en un laboratorio en la provincia de Jujuy.
El objetivo sería la búsqueda de ADN del homicida, ya que la muerte estuvo precedida por una brutal golpiza a la jovencita.
Testigo vital
Otro eslabón no menos trascendente emana de la asistencia psicológica a la hija de Teresa, de 4 años.
El entorno deslizó que ni bien hallaron a su madre sin vida, la pequeña dejó entrever que un hombre bajó de un vehículo con cuchillo y mató a su mamá.
En primer orden de prioridades, la niña será vital y la Justicia la apuntalaría ahora con psicólogos.
Abogado cordobés
Mientras tanto, el colombiano detenido (imputado por homicidio) ayer recibió la visita de un abogado cordobés.
El profesional habría sido contratado por la comunidad colombiana, radicada en Sumampa.
Al parecer, entre otras actividades, se dedicarían a la venta de muebles en toda la región, trascendió.
Justamente, así el extranjero conoció a Teresa el domingo previo al horror.
La joven se interesó por un mueble y debía hacer una entrega de $ 500.
Volvió a verla el miércoles y el viernes fatídico. Según el preso, se marchó tipo 11.30 o 12. Después de retirarse, habría irrumpido el homicida y ejecutado a Teresa entre las 14 y las 15.