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Marzo de 2024
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El desgarrador recuerdo del papá del rugbier, y el insólito relato del padre de su asesina

"Mi hijo era un sol, un chico macanudo", soltó emocionado al recordarlo; mientras que por el otro lado, el padre de la chica que lo asesinó asegura: "Usan esto para tapar el caso Maldonado, deberían estar buscándolo a él".

16/09/2017

"Te quiero mucho, no estás solo en esto". Esas fueron las últimas palabras que Miguel Fortunato recuerda haberle dicho a su hijo Genaro, el rugbier que el pasado sábado falleció tras ser atropellado por su pareja a la salida de un boliche en San Rafael.

Fue después de una charla donde el joven le confirmó a su padre que iba a tener un hijo con una ex novia de la adolescencia. "Genaro me contó que iba a ser papá. Me dijo que tenía miedo y le contesté que podía contar conmigo. Después me llamó para decirme que había decidido hacerse cargo de su hijo", relató Miguel.

Se lo nota entero, aunque por dentro está destruido. "Esta semana fue una locura", asegura el hombre en un bar del centro de San Rafael, donde aceptó hablar con Clarín y definió a su hijo como "un sol, un pibe macanudo"

En medio del dolor, la noticia de que será abuelo por primera vez "mitiga el daño", como definió la llegada del niño en los próximos meses. "De una aceptación formal de mi nieto pasé a una aceptación casi fanática. Va a ser un pendejo malcriado", sentencia y esboza una sonrisa esperanzadora. "Voy a tener un pedacito de mi hijo conmigo, quiero que nazca ya", dice ansioso.

A Julieta Silva, la mujer de 29 años presa por atropellar y matar a su hijo, no la conoce. "Pero sabía que estaban saliendo por comentarios de mis otros hijos", reconoce Miguel, quien no tiene aún las fuerzas necesarias para involucrarse de lleno en la causa judicial. "No tengo los huevos para ver el expediente", dice con franqueza. Sólo pretendo saber la verdad y que el culpable pague lo que corresponde. Si pasó lo que dijeron los testigos, la pena máxima del código penal es perpetua. Y está bien", finalizó.

La otra campana

“Ustedes tendrían que estar buscando a (Santiago) Maldonado en el Sur, no acá. Están usando esto para tapar aquello. Es todo lo que tengo para decir”. Andrés Silva cortó inmediatamente la comunicación telefónica con el cronista de Clarín luego de ese breve monólogo, sin dar posibilidad a ninguna consulta.

El hombre vive en Santa Cruz, pero viajó a San Rafael para acompañar a su hija Julieta, quien desde el martes está presa por atropellar y matar a Genaro Fortunato (25), el pasado sábado a las 6 a la salida del boliche “La Mona”. Allí, presuntamente luego de una discusión de pareja, Silva (29) arrolló con su auto al joven rugbier, quien falleció al instante.

La fiscal Andrea Rossi imputó a la mujer por “homicidio doblemente calificado por el vínculo de pareja y su comisión por alevosía en concurso ideal”. Silva, madre de dos hijos menores, podría recibir una pena de prisión perpetua. Está alojada en una cárcel de San Rafael y hasta ayer su padre no la había visitado.

Sin embargo hablaron por teléfono y en esa comunicación Julieta le negó que haya intentado matar a Genaro. “Mi hija no es una persona violenta, no tiene antecedentes en ese sentido ni es mala, como se ha dicho en algunos medios. Ella es una persona trabajadora que había conocido a este chico, con el que estaba empezando una relación. Estoy seguro de que Julieta no quiso matar a Genaro, no estoy para nada de acuerdo con lo que cree la fiscal”, le dijo Andrés Silva al diario San Rafael.

El relato de la familia Silva es diferente al que tomó en cuenta la fiscal para imputarla y negarle luego la prisión domiciliaria. Aseguran que no hubo una discusión de pareja y que en realidad el joven se peleó con otras personas en el boliche. Luego decidieron irse y subieron al auto, pero Genaro volvió a salir cuando para continuar con el pleito.

“En ese momento mi hija va al volante, se cansa de la situación y se va, pero antes siente un fuerte golpe en el auto. Cuando hace cien metros, no sólo se da cuenta que tenía el celular de Genaro, sino además piensa que le podían estar pegando, por lo que vuelve. Va mirando hacia el costado para ubicarlo y no ve que estaba tendido sobre la calle, no lo ve”, agregó el padre de Julieta al medio sanrafaelino.

Clarín