La imprudencia de los motociclistas santiagueños sorprende cada día más.
En horas del mediodía de este sábado pude observar como dos personas se conducían a bordo de una moto por avenida Belgrano, con sentido de sur a norte. La particularidad fue la la carga que transportaban.
La persona que viajaba como acompañante llevaba, nada más ni nada menos, que un tanque de agua, sobre la cabeza, como si fuera un casco. Así lo hicieron a lo largo de varias cuadras.
Esta falta de prudencia se convierte automáticamente en una amenaza para los demás conductores que circulan cerca, dado que en cualquier momento podrían perder el equilibrio y caer.