El Rojo fue derrotado por los paraguayos por 1-0 con un gol que debía ser anulado.
Independiente tuvo una desatención defensiva grande a los 20 segundos del partido y perdió 1-0 con Libertad de Paraguay, en la semifinal de ida de la Copa Sudamericana pese a ser el gran dominador del encuentro.
El Rojo no se acomodó rápido en el campo de juego y Oscar Cardozo aprovechó la única clara que tuvo el local en todo el encuentro (aunque acomodó la pelota claramente con la mano), para darle al Gumeralo una mínima ventaja que fue injusta.
Después de esa situación y una falta de comunicación entre Gastón Silva y Martín Campaña, todo fue del conjunto visitante. Menos los goles. Porque tuvo la pelota, fue más peligroso y atacó en todo momento, pero sufrió como siempre en ataque.
A los 28 del complemento se fue expulsado Cardozo, por un codazo afuera de la cancha a Alan Franco. Pero el problema del Rojo no era la cantidad de hombres rivales sino su falta de eficacia y puntería.
Emmanuel Gigliotti, Ezequiel barco, Maxi Meza, Leandro Fernández, Juan Sánchez Miño, Martín Benítez... ninguno pudo meter una de las tantas jugadas de que generó.