La popular abuela compuso una copla en agradecimiento a la fundadora de la congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.
Doña Jovita, la abuela popular de Traslasierras compuso una copla agradecida a Catalina de María Rodriguez, quien fue beatificada este sábado en la ciudad de Córdoba.
José Luis Serrano actor dolorense que representa a Dona Jovita, es padre de exalumnas del Instituto Sagrado Corazón de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús en Villa Dolores, miembro de esta comunidad y familia Catalina en Villa Dolores.
La abuela toma el recuerdo del paso de Catalina por Villa del Tránsito junto con las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón, las monjas que acompañaron al Cura Brochero en su trabajo pastoral.
¡Agarrate Catalina
Que vamos a misionar !
En tus tiempos Catalina
No te fue fácil cantar
esos versos que en el alma
tenías para terciar
Siendo una inquieta chinita
fuiste llamada a esquivar
un pantano de creencias,
letargo y comodidad
Con señoras y señores
que estaban de estar nomás.
Una vida ya resuelta
que se negaba a soñar.
Anhelabas otra cosa…
Regalarte alguito más!
Y así te juiste encontrando
con el milagro de Dar
“Agarrate Catalina
Que vamos a misionar”
Me figuro que te han dicho…
Y vos supiste escuchar…
Que te aprontaste serena
Para dejarte llevar
en las ancas de un Destino
difícil de jinetear
Difícil por ser mujer.
Para el varón no era tal,
pero tu buen corazón
ya sabía galopar
Las periferias , el hambre,
injusticia y soledad
te hacían señas pidiendo
entrega y solidaridad …
Y en Traslasierra otra voz
que sabiéndote capaz
Te pegó un grito y montaste
diciendo si ahí nomás
Era Brochero en su mula,
santo de nuestro lugar.
Santo de piedra y camino,
un Cristo de trajinar
Olor a oveja el que sale
de su cómodo lugar,
para topar a la vida
fresquita de eternidad
El aroma de tus monjas
es perfume de lealtad
en un corazón sagrado,
en un amor para confiar
Catalina te doy gracias
por volver y por quedar
en los latidos de un pueblo
que necesita tu pan
Tu pan casero de madre
que puede al alma saciar
en tiempos en que la patria
está hambrienta de hermandad