En la carta enviada con motivo de la beatificación de la Madre Catalina de María Rodríguez, el papa recordó a su querida "Turca Miguel".
Casi en el final de la ceremonia de beatificación de la Madre Catalina de María Rodríguez realizada en Córdoba se leyó una carta enviada por el Santo Padre con motivo de esta celebración.
En ella, Francisco tuvo palabras de emotivo recuerdo para con Martha Miguel, la religiosa santiagueña que en la visita del Papa Juan Pablo II, habló en nombre de los consagrados y comenzó una gran amistad con Jorge Bergoglio.
Ciudad del Vaticano, 25 de noviembre de 2017
Reveranda Madre María Silvia Fiorentino, querida hermana
En este día de la beatificación de la Madre Catalina quiero hacerle llegar mis sentimientos de alegría y la seguridad de mi cercanía y oración. En su persona agradezco a todas las hermanas el bien que me han hecho, y que siguen haciendo mirando siempre adelante con paciencia y coraje. Y si miro atrás también veo mujeres entregadas que lo dejaron todo en el seguimiento de Jesús, por supuesto que uno tiene personas preferidas y por eso en este recuerdo no puedo olvidar a esa gran turca santiagueña, Martha Miguel a quien debo tanto y de quien aprendí lo que significa, paciencia, mansedumgre y magnanimidad.
Le pido por favor que no se olvide de rezar por mí, que Jesús la bendiga y la Virgen la quide.
Cordialmente, Francisco.